El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha reivindicado este sábado un atentado con vehículo bomba en la ciudad de Diyarbakir (sudeste de Turquía) en lo que parece un intento de interferir y tensar aún más la cuerda de las relaciones entre el Gobierno de Ankara y los kurdos, los líderes de cuya principal formación política fueron arrestados este viernes. Sin embargo —y a pesar de que el ISIS se ha atribuido la matanza que dejó nueve muertos— las dudas sobre la autoría persisten para el Ejecutivo turco, que insiste en responsabilizar del ataque al grupo armado kurdo PKK.

“Combatientes del Estado Islámico detonaron un vehículo cargado de explosivos aparcado junto a un cuartel de la policía turca”, afirmó la agencia Amaq, considerada parte del aparato de propaganda del grupo yihadista. Esta reivindicación es la primera que hace dicha organización de sus ataques en suelo turco, pese a que ya en anteriores ocasiones las investigaciones demostraron su participación en diversos atentados. Eso sí, esta vez llega días después de que se difundiese un vídeo en el que el líder del ISIS, Abu Bakr Al Bagdadi, llamase a atacar a Turquía por su participación en la batalla por conquistar el bastión yihadista de Mosul, si bien la contribución turca es exigua.

El diputado Ziya Pir, uno de los detenidos en la operación contra la formación prokurda HDP, aventuró que el objetivo del ataque podrían haber sido los miembros de su partido, ya que tanto él como otros importantes cargos habían estado retenidos en ese lugar hasta poco antes de la explosión y se libraron de ella “por los pelos”. Uno de los muertos es de hecho un dirigente local de los nacionalistas kurdos.

Un portavoz de la oficina del primer ministro turco aseguró, en declaraciones a este diario, que se está investigando la reivindicación del ISIS, aunque sin abandonar la pista del PKK. En un comunicado de prensa, la Delegación del Gobierno en Diyarbakir, reiteró la autoría del PKK “basándose en tres conversaciones de radio captadas entre miembros de la organización terrorista separatista”. “En ellas, se habla de que la acción fue cometida por un miembro de la organización terrorista separatista cuyo nombre en clave es Kemal y que se utilizaron tres toneladas de explosivos”, explica el comunicado. De hecho, un asesor de la Presidencia de la República sostuvo que “resulta muy sospechoso que el ISIS reivindique un atentado terrorista en Turquía, cuando nunca lo ha hecho”.

Una fuente de seguridad occidental, consultada por EL PAÍS, también se mostró partidaria de la tesis de una autoría del PKK o de otro grupo nacionalista kurdo, el TAK, por su modus operandi. “El ISIS no tiene en Turquía la infraestructura para conseguir tanta cantidad de explosivos”, opinó. Además, llamó la atención sobre que el Estado Islámico jamás había utilizado vehículos explosivos, sino que se había limitado a pequeñas bombas o chalecos cargados “con entre 25 y 30 kilogramos de explosivos”. En cambio, el grupo kurdo ha estado acumulando grandes arsenales durante años en varias zonas del sudeste de Turquía y sus últimos atentados han sido perpetrados utilizando cientos de kilos de explosivos.

Otra de las cuestiones que siembra dudas es que al contrario de lo que dice la reivindicación del ISIS, el vehículo estallado no estaba “aparcado” sino que fue detonado después de que un taxista se diese cuenta del contenido en su interior. Por otro lado, el ataque coincidió con un consigna del comandante del PKK Murat Karayilan, quien llamó a "incrementar" los ataques en Turquía en protesta por las detenciones de los diputados kurdos.

Desde 2015, las células del Estado Islámico en Turquía han buscado exacerbar el conflicto entre turcos y kurdos mediante atentados contra seguidores del HDP, aunque también ha atacado objetivos turísticos en Estambul. Según los analistas, hasta ahora el Estado Islámico no reivindicaba sus acciones en Turquía para sembrar dudas y que los kurdos sospechen de la implicación del Estado.