El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, visitó el lunes la frontera desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, un día después del lanzamiento fallido de un misil norcoreano, y reiteró que la "era de la paciencia estratégica" de Washington hacia Pyongyang ha terminado.
El funcionario dijo que el presidente Trump ha dejado claro que no quiere hablar sobre tácticas militares específicas. "Hubo un período de paciencia estratégica pero la era de la paciencia estratégica ha terminado", declaró Pence.
Pence se encuentra en la primera escala de una gira por cuatro países de Asia que busca mostrar a los aliados de Estados Unidos, y recordar a sus adversarios, que el Gobierno del presidente Donald Trump no dará la espalda a la región cada vez más volátil.
La zona desmilitarizada es una franja de territorio minado de cuatro kilómetros de ancho y con barreras de alambre de púas que se extiende través de la península coreana, con soldados en ambos lados de la frontera.
Pence, cuyo padre luchó en la Guerra de Corea de 1950-1953, dijo que Estados Unidos mantendrá su "alianza férrea" con Corea del Sur y está buscando la paz mediante la fuerza.
Todas las opciones están sobre la mesa para alcanzar los objetivos y asegurar la estabilidad de la gente de este país", dijo a la prensa, mientras una música de propaganda se escuchaba desde el lado norcoreano.
Estados Unidos, sus aliados y China están debatiendo una serie de respuestas posibles tras el último ensayo fallido de un misil balístico por parte de Corea del Norte, dijo el domingo el asesor de Seguridad Nacional del presidente Trump, indicando que hay un consenso internacional para actuar.
El asesor de Seguridad Nacional H.R. McMaster indicó que Trump no está considerando una acción militar por ahora, incluso en momentos en que un portaaviones estadounidense se dirige a la región.