La Cámara de Representantes del Congreso estadunidense aprobó ayer un proyecto de ley que elimina y sustituye al sistema de seguros médicos privados vigente desde 2010 y conocido como Obamacare, en una primera gran victoria de Donald Trump.
En un estrecho triunfo, los legisladores del Partido Republicano alcanzaron 217 votos para aprobar el controvertido proyecto de ley, con apenas un solitario voto más de los 216 necesarios en esta Cámara que dominan desde hace siete años. Nada menos que 20 legisladores republicanos votaron contra el proyecto, junto a la esperada resistencia de los 193 integrantes del bloque del Partido Demócrata.

La iniciativa ahora será enviada al Senado, también bajo las riendas republicanas, donde se espera que le operen importantes modificaciones antes de ser sometida a voto la próxima semana.

Tendremos una victoria increíble cuando pasemos por el Senado”, dijo Trump en los jardines de la Casa Blanca, rodeado por los legisladores republicanos que luego de votar fueron a posar para fotografiarse con el mandatario. “El sistema Obamacare está muerto, esencialmente está muerto”, subrayó.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, celebró “un gran día”. “Pero es apenas el primer paso de un proceso. Un primer paso muy importante. Todavía tenemos mucho trabajo por delante para que esto sea una ley”, añadió.

Día triste, dice Pelosi

La eliminación y sustitución del Obamacare fue una de las más controvertidas promesas de Trump durante la campaña electoral, repetida por doquier por el magnate pero sin que nunca presentara una alternativa concreta al sistema impulsado por su antecesor Barack Obama.

En marzo, la Casa Blanca llegó a enviar un proyecto de ley al Congreso, pero la iniciativa dividió al Partido Republicano, ya que un sector ultraconservador consideró que no se apartaba lo suficiente del Obamacare.

Ante el inminente hundimiento del proyecto, el gobierno lo retiró de la agenda e inició un esfuerzo para unificar al partido y elaborar un nuevo texto, que ayer resultó aprobado apretadamente en la Cámara de Representantes.

La retirada del proyecto de ley de la agenda del Congreso había representado para Trump el más grave tropiezo en sus relaciones con el Poder Legislativo hasta ese momento. Finalmente, el miércoles, después de incontables negociaciones, la dirigencia republicana logró convencer a dos legisladores indecisos y de esa forma logró los votos que le faltaban para aprobar el proyecto de ley.

En tanto, la jefa del bloque demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que el proyecto de ley “es un recorte de los impuestos a los más ricos, en detrimento de los más pobres. Es un día triste”. El legislador demócrata John Conyers fue todavía más enfático: “Si adoptamos esta ley, hay gente que se va a morir”.

Un informe elaborado por la propia Oficina de Presupuestos del Congreso (no partidista), publicado en marzo, había estimado que la reforma del sistema de seguros médicos propuesta por el Partido Republicano dejaría unos 14 millones de personas sin cobertura de salud en 2018.

Revisarán redes sociales

El Departamento de Estado propuso someter a un cuestionario más duro a los solicitantes de visa que considere que necesitan un escrutinio adicional, según un documento gubernamental conocido ayer, en un paso hacia la “revisión extrema” que pidió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los criterios adicionales incluirán preguntas sobre cuentas en redes sociales y afectarán a 65 mil personas cada año, o cerca de 0.5 por ciento de los solicitantes de visa a nivel mundial, calculó el Departamento de Estado, cuyo plan no está destinado a ciudadanos de países específicos.

Los solicitantes de visa que se haya determinado que necesitan un escrutinio adicional en conexión con el terrorismo u otras razones relacionadas con la seguridad nacional que hacen inadmisible la visa serán sometidos a una nueva serie de preguntas”, indicó el Departamento de Estado.

Al solicitar la visa estadunidense, se requerirá que aporten todos sus números de pasaporte previos, hasta un historial de cinco años en las redes sociales, direcciones de correo electrónico y números telefónicos, además de 15 años de información biográfica. Los funcionarios consulares no pedirán las contraseñas de usuario de las cuentas en las redes sociales. Si son aprobados, los nuevos criterios se convertirán en el primer paso concreto hacia la revisión más exhaustiva que Trump pidió a las agencias federales que aplicaran a los viajeros de países que consideró una amenaza para Estados Unidos en un decreto que aprobó en enero y después en marzo.

La propuesta agregó que se podría pedir a estos solicitantes que aporten datos adicionales del viaje si un funcionario consular determina que han estado en una zona “bajo el control operativo de una organización terrorista”.