Cuatro hombres armados atacaron este sábado el lujoso Hotel Intercontinental de la capital de Afganistán, frecuentado por turistas extranjeros, donde irrumpieron disparando a los clientes, informó un oficial del Ejército.

Fuentes policiales confirmaron a la cadena de televisión Tolo News que hay fallecidos y rehenes. Se especula que los atacantes son suicidas con chalecos-bomba. Según un testigo citado por ese medio, al menos 15 personas están muertas o fueron heridas en el primer y segundo piso del hotel.

Tolo News informó más tarde que uno de los agresores había sido abatido y que los otros tres continuaban activos dentro de las instalaciones, al tiempo que parte del personal del hotel y de los huéspedes habían sido llevados a una zona segura por los agentes a cargo del operativo de rescate. Por su parte, testigos que se encuentran en la zona reportaron que escucharon varias explosiones fuertes en el lugar.

El vocero del Ministerio de Interior, Najib Danish, confirmó que el establecimiento estaba siendo atacado y que la Policía tenía acordonado la zona.

El cuarto piso del hotel está en llamas, agregó el funcionario de la Dirección Nacional de Seguridad. Mientras tanto, reportes indican que los ocupantes dentro del hotel se están escondiendo en el segundo piso.

Un huésped escondido en su habitación en el hotel dijo a la AFP que podía escuchar disparos. "No sé si los atacantes están dentro del hotel, pero puedo escuchar disparos desde algún lugar cerca del primer piso", dijo sin dar su nombre. "Nos estamos escondiendo en nuestras habitaciones".

Ehsanullah Amiri, periodista del Wall Street Journal, informó en Twitter que habló con una persona que escapó del ataque y le contó que los terroristas estaban lanzando a los huéspedes desde el tercer y el cuarto piso del hotel. "Mientras disparaban y arrojaban personas por las ventanas, los asaltantes gritaban Alá es Grande", replicó Amiri el testimonio de un sobreviviente.

El Intercontinental se encuentra en pleno centro de la capital y fue atacado por última vez en junio de 2011, cuando un ataque suicida mató a 21 personas, incluidos 10 civiles.

El hotel, de seis plantas y con varios controles de seguridad por ser uno de los más frecuentados por autoridades y extranjeros (especialmente periodistas), está situado en una colina en el oeste de la ciudad y es utilizado con frecuencia para conferencias y grandes acontecimientos.

Fue levantado, en 1969, por el grupo hotelero InterContinental Hotels Group, pero desde 1979 opera de manera independiente, aunque mantiene el nombre y el logo. A mediados de los años 2000, una compañía con sede en Dubai renovó el hotel y lo convirtió en un lujoso alojamiento.