Luego de registrarse tres tiroteos en un lapso no mayor a 48 horas en Estados Unidos, los líderes de la comunidad católica han alzado la voz contra las políticas de inmigración y del presidente Donald Trump, pues el arzobispo de Texas, Gustavo García-Siller de San Antonio, acusó públicamente al mandatario de racista.
A través de sus redes sociales, el católico catalogó al también empresario de ser “un hombre muy pobre”, por lo que suplicó que detenga "el odio y el racismo que tiene en su corazón".
García-Siller, criticó duramente a los políticos que defienden las leyes relacionadas a la venta de armas, pues aseguró que la masacre de 22 personas en un Walmart en El Paso, Texas, es un ejemplo del odio que propaga Trump.
“Con una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y la supremacía blanca. Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, devasta el corazón y devora el alma”.
García-Siller nació en México y se convirtió en ciudadano estadounidense desde 1998, de acuerdo con su biografía oficial.
La semana pasada, los líderes de la Catedral Nacional de Washington criticaron los ataques de Trump contra legisladores minoritarios y contra la ciudad de Baltimore.
Otros líderes católicos en la unión americana reaccionaron a los diversos tiroteos y aseguraron que los políticos deben hacer algo antes de que "el demonio" llene de odio al país.
De acuerdo con las primeras versiones, el agresor de El Paso, Texas, contaba con antecedentes racistas y antiinmigrantes, por lo que viajó por casi nueve horas desde su casa, hasta El Paso para "matar a todos los mexicanos que pudiera".