La guerrera “Mulan” regresa con una nueva versión del clásico de Disney rodada con un reparto de carne y hueso que, sin embargo, no pisará los cines y arriesgará su éxito al streaming en una estrategia que supone un antes y un después en la industria audiovisual.

Pocos imaginaron que la batalla más complicada para la heroína y Disney sería dar con una manera de estrenar la cinta en un mundo golpeado por el coronavirus. Más, porque costó unos 250 millones de dólares, siendo la adaptación más costosa hasta la fecha de un clásico de animación.

“Mulan” era la gran apuesta de la factoría de entretenimiento para esta temporada, con una decidida vocación por el público asiático -cada vez más importante para Hollywood-, y un registro ya batido: La película más cara jamás dirigida por una mujer, la cineasta Niki Caro.

Pero la apuesta segura pronto se convirtió en un campo de pruebas con polémicas de por medio.

Tras meses de atrasos, Disney tiró la toalla y lanzó este viernes la superproducción directamente por su plataforma Disney+, en Estados Unidos.

Es un movimiento sin precedentes para el estudio cinematográfico más importante del mundo, que se ha mantenido fiel a los cines y estos le han devuelto más taquillazos en los últimos cinco años que ningún otro competidor.

Ni la gran premiere celebrada en el Dolby Theatre de Hollywood el 9 de marzo, cuando las alarmas del coronavirus superaban todos los decibelios, evitó que tan solo dos días después se anulara su estreno en todo el mundo.

A pesar de que la película acaba de llegar a Disney+, se pudo constatar que Mulan ya se encuentra disponible en internet. La película se puede encontrar en diversos sitios web para descargar vía torrents.

Realizar descargar mediante torrents está permitido por la ley, siempre y cuando el contenido que se ponga a disposición en este método sea legal, detalla la firma de ciberseguridad Kaspersky.

En el caso de Mulan, se trata de un contenido protegido que no puede ser descargado por esta vía, por lo que se trata de un acto ilegal, el cual además puede poner en riesgo tus equipos ya que se exponen a ataques informáticos.

Con información de El Financiero y López Dóriga Digital