El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy que es imposible prepararse para una calamidad como los sismos que sacudieron al país el lunes y que dejaron más de 9 mil muertos, pero prometió realizar los máximos esfuerzos para salvar vidas de los ciudadanos.

"Existen deficiencias... Es imposible prepararse para un desastre de esta envergadura", dijo Erdogan a los reporteros en la provincia meridional de Hatay duramente golpeada por los sismos.

"No abandonaremos a ningún ciudadano. Llevaremos a cabo la gestión del desastre tomando todas las medidas necesarias para que nadie sufra", agregó.

El número de muertos en el sur de Turquía llegó a 9 mil 057 y hay alrededor de 52 mil 979 heridos, indicó el presidente turco.

"Este es un momento de unidad, y solidaridad. En un momento como este no puedo soportar que personas lleven a cabo campañas negativas por intereses puramente políticos", dijo Erdogan, en respuesta a las acusaciones en el sentido de que su Gobierno no ha manejado apropiadamente los letales sismos.

El presidente dijo que, hasta este momento, 3 mil 356 personas han muerto en Hatay, provincia que registró el mayor número de muertos de entre las 10 provincias turcas afectadas.

Un total de 21 mil 200 rescatistas, incluyendo soldados, gendarmes y policías, se encuentran trabajando en este momento en esa provincia turca, dijo.

Un sismo de magnitud 7.7 sacudió el lunes la provincia meridional turca de Kahramanmaras a las 04:7 hora local (01:17 GMT). Unos minutos más tarde se registró otro temblor de magnitud 6.4 en la provincia meridional de Gaziantep y a las 13:24 hora local (10:24 GMT) hubo otro sismo de magnitud 7.6 en Kahramanmaras.