El Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció una acusación de 10 cargos contra al menos 24 integrantes del Cártel de Sinaloa que operan en Los Ángeles, California, con grupos que tienen vínculos con la banca clandestina china para lavar los ingresos del tráfico de drogas, a quienes se les señala de blanquear más de 50 millones de dólares de 2019 a finales de 2023.

A través de la investigación denominada "Operación Fortune Runner", la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA), en conjunto con la fiscalía de la ciudad y con el apoyo de autoridades chinas y mexicanas, logró establecer la red de blanqueamiento de recursos procedentes del tráfico de drogas sintéticas, encabezada por Edgar Joel Martinez-Reyes, de 45 años, residente en el este de Los Ángeles, que utilizó una variedad de métodos para ocultar la fuente del dinero, incluido el lavado de dinero basado en el comercio, la "estructuración" de activos para burlar las leyes federales de información financiera y la compra de criptomonedas.

Se trata de una nueva acusación que ya se había presentado el pasado 4 de abril, pero que se actualizó el día de ayer lunes por los nuevos indicios para establecer nuevos cargos, como: conspiración para ayudar a la distribución de cocaína y metanfetamina, conspiración para lavar instrumentos monetarios y un cargo de conspiración para operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia.

La acusación alega que una red de lavado de dinero vinculada al Cártel de Sinaloa recaudó y, con la ayuda de un grupo de transmisión de dinero con sede en San Gabriel Valley, California, con enlaces a la banca clandestina china, procesó grandes cantidades de productos de las drogas en moneda estadounidense en el área de Los Ángeles.

“Luego, supuestamente ocultaron sus ingresos por tráfico de drogas y hicieron que los ingresos generados en los Estados Unidos fueran accesibles para los miembros del cártel en México y en otros lugares”, explicó Anne Milgram, administradora de la DEA.

"Esta investigación de la DEA descubrió una asociación entre los asociados del Cártel de Sinaloa y un sindicato criminal chino que opera en Los Ángeles y China para lavar dinero de las drogas”, apuntó.

Los siete cargos restantes son por posesión de cantidades de libras de cocaína y metanfetamina, la estructuración de fondos para evitar los requisitos federales de presentación de informes e impuestos a los bancos y un cargo de agresión con un arma mortal contra un oficial federal.