La Organización Mundial de la Salud (OMS) planea recortar su presupuesto en más de una quinta parte y reducir su plantilla debido a la disminución de fondos, especialmente tras la retirada de Estados Unidos, su principal patrocinador. Según un memorando interno fechado el 28 de marzo y firmado por el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la agencia enfrenta un déficit de casi 600 millones de dólares este año.  

El presupuesto para el período 2026-2027 se reducirá de 5.300 a 4.200 millones de dólares, un 21% menos, afectando operaciones y personal en todos los niveles. La OMS ya había ajustado previamente esa cifra a 4.900 millones en febrero, pero la salida de EE.UU. —que aportaba cerca del 18% del financiamiento global— agravó la crisis.  

El gobierno de Donald Trump abandonó la OMS en 2021, acusándola de mala gestión durante la pandemia de COVID-19. Tedros alertó que los recortes en ayuda al desarrollo de otros países, destinados a gastos de defensa, han empeorado la situación.  

La organización priorizará sus recursos a fines de abril, pero adelantó que eliminará puestos de alta dirección en su sede de Ginebra (Suiza). "No nos queda más remedio que reducir la escala de nuestro trabajo", concluyó el memorando.