José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y referente de la izquierda latinoamericana, se encuentra en la fase terminal de su enfermedad y actualmente recibe cuidados paliativos para mitigar el dolor, informó su esposa Lucía Topolanski. El exmandatario, de 89 años, fue diagnosticado con cáncer de esófago en 2024, y desde enero pasado reveló que la enfermedad se había expandido por su cuerpo, por lo que decidió no continuar con los tratamientos médicos.

Topolanski explicó a la emisora local Sarandí que la situación de Mujica es “terminal” y que están haciendo todo lo posible para que transite esta etapa “lo mejor posible”. Debido a su estado de salud, Mujica no participó en las recientes elecciones regionales en Uruguay, donde el Frente Amplio retuvo el control de Montevideo. Su compañera señaló que el traslado era demasiado exigente y que su médica le recomendó no asistir.

El actual presidente uruguayo, Yamandú Orsi, aliado político de Mujica, pidió respeto a su intimidad: “Todos debemos aportar a que en todas nuestras etapas de la vida la dignidad sea la clave, no hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo”.

Conocido por su vida austera y su estilo directo, Mujica fue presidente entre 2010 y 2015. Alcanzó notoriedad global por su discurso anticonsumista y su imagen de líder modesto, negando siempre haber sido “el presidente más pobre del mundo”. “Sinceramente me estoy muriendo”, dijo en enero al anunciar que el cáncer había llegado a su hígado. “El guerrero tiene derecho a su descanso”.

A lo largo de su tratamiento, el exmandatario enfrentó múltiples complicaciones: una enfermedad inmunológica, insuficiencia renal y deterioro físico. Aunque se sometió a radioterapia que inicialmente dio buenos resultados, la enfermedad se reactivó y debilitó gravemente su organismo. Hoy, Mujica se prepara para despedirse en paz, según sus propias palabras, con dignidad y rodeado de sus seres queridos.