Johansson, de 45 años escuchó un rugido procedente del jardín de su vecino en el suroeste de Suecia y fue a echar un vistazo. Se encontró con una hembra alce colgada de un manzano. Por lo visto, el animal se había intoxicado por haber comido manzanas fermentadas.
Con la ayuda de los servicios policiales y de rescate, Johansson liberó al alce, pero éste parecía estar confundido y estuvo vagando por su jardín durante un rato.
Otros vecinos de un barrio de Goteborg ya habían visto al animal merodear por la zona durante días. Johansson dijo que el alce parecía estar “enfermo”, “borracho” o ser “medio estúpido”.