La Tierra recibe hoy al asteroide 2005 YU55, una roca de 400 metros de diámetro (el tamaño de un portaaviones) Se situará a 324.600 kilómetros de nosotros (distancia medida desde el centro de la Tierra), más cerca que la órbita de la Luna. Los radares del centro Deep Space Network de la NASA en Goldstone, California, captaron nuevas imágenes del asteroide en su acercamiento. La última vez que una roca de estas dimensiones se nos arrimó tanto fue en 1976, aunque en esa ocasión los astrónomos no se dieron cuenta. No volverá a ocurrir hasta 2028.

La imagen que ilustra estas líneas fue tomada ayer lunes, cuando el asteroide estaba a aproximadamente 1,38 millones de kilómetros de distancia. El viaje de la roca ha sido seguido desde el pasado día 4 por las antenas de Goldstone, un trabajo del que hoy se encargará el observatorio de Arecibo, en Puerto Rico. No solo será observable por profesionales. Si el tiempo lo permite, los aficionados a la astronomía tendrán una buena oportunidad de seguir el camino del pedrusco, una trayectoria que, como ha insistido la NASA, no supone ningún peligro para nuestro planeta.

El mejor momento para hacerlo será unas horas después de que realice su máximo acercamiento. Entonces, el asteroide alcanzará un brillo de magnitud 11.1, más de cien veces más tenue que el límite de la visión humana. Sin embargo, un telescopio con una apertura de al menos 6 ó 8 pulgadas será suficiente para observarlo.