La bomba que da servicio de agua a los sanitarios se quemó desde hace unos meses, orillando al cierre de los baños de manera permanente. Todos los días acuden mujeres embarazas a consulta, quienes exigen una pronta apertura de los baños.
Lo peor de todo, es que en los restaurantes y comercios aledaños a la zona, niegan el servicio, a menos que consuman ahí.
Algunos comerciantes piden al menos $50 pesos en consumo.
Afectados presumen que sea un "pretexto" el daño a la bomba, para evitar la limpieza de los mismos.