Al menos un millar de familias de las juntas auxiliares Rafael Ávila Camacho “Manantiales” y Santiago Momoxpan están en riesgo mientras los gobiernos estatal y federal continúen retrasando la construcción de los colectores pluviales que desahogarán el cauce del río Rabanillo, advirtió el director de Administración Urbana y Obra Pública de la comuna, Nahim Pérez Taja.
En tanto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (Ceaspue) inician la obra, anunció que el ayuntamiento perforará un vaso regulador para almacenar hasta cinco millones de litros de residuos líquidos detrás del centro comercial Plaza San Diego y levantará un muro de contención para proteger las zonas habitadas que evite el paso del agua al bulevar Forjadores de Puebla.
Dichas obras se desarrollarán en dos semanas con una inversión de 500 mil pesos; mientras, crece la molestia de los habitantes de la zona, que ayer miércoles encararon furiosos a funcionarios federales y municipales que recorrieron el lugar.
A su vez, el director de Asistencia Técnica Operativa de la Conagua Puebla, Atalo Ortiz Ramírez, consideró que el atraso en la construcción de los dos vasos reguladores que evitarán el desbordamiento del Rabanillo es responsabilidad del gobierno estatal.
Durante un recorrido por la zona afectada por la tormenta del martes, precisó que la dependencia federal validó desde antes de mayo la obra, pues el gobernador Rafael Moreno Valle tenía la intención de llevarla a cabo antes de sus 100 días de gobierno.
Explicó que la primera etapa del proyecto representa una inversión de 125 millones de pesos que debe iniciar antes de un mes, luego que el gobierno estatal licite los trabajos.
Los colectores, uno paralelo al bulevar Forjadores y otro que conectará con los ductos que están en la recta Puebla-Cholula, deben terminarse este mismo año a fin de restarle 15 metros cúbicos de agua por segundo a los ríos Ametlapanapa y Rabanillo, afluentes del Atoyac que corren por el nororiente de San Pedro Cholula, consideró.
Los vecinos, desesperados
Muy molestos, los vecinos del fraccionamiento Los Sauces exigieron a las autoridades municipales, estatales y federales una solución inmediata al desbordamiento del río Rabanillo.
Después que 28 casas resultaron inundadas, dos de las cuales sufrieron pérdidas materiales totales, reclamaron la tardanza del gobierno y advirtieron que el problema debe atenderse antes de que provoque muertes y desgracias mayores.
La molestia mayor se enfocó hacia la alcaldesa Dolores Parra Jiménez, a quien reclamaron su ausencia hasta este momento, cuando sus antecesores priistas Francisco Covarrubias, Juan Pablo Jiménez e incluso Alejandro Oaxaca acudieron de inmediato a verlos.
El secretario general del ayuntamiento, Miguel Ángel Carranco Ledezma, anunció que por instrucciones de la alcaldesa un valuador cuantificará las pérdidas materiales. “Aunque no es obligación del gobierno municipal, estamos dispuestos a ayudarlos”, indicó.