En septiembre del 2010 existía un total de 20 personas que habían sido víctimas del delito de ataques al pudor, mientras que en lo que va de este año se han registrado 41 casos, de los cuales 50 por ciento corresponde a menores de edad.

Así lo dio a conocer María del Pilar Serrano Osorno, jefa del Departamento de Atención a Víctimas del Delito, perteneciente a la Procuraduría General de Justicia, quien destacó que la cultura de denuncia está presente en la ciudadanía, “estamos reconociendo que existe este delito en nuestra sociedad y que podemos denunciarlo; lo más importante es que a las víctimas se les canaliza a terapia psicológica para darles una atención inmediata”.

Refirió que en la mayor parte de los casos son los familiares de los menores quienes abusan de ellos. Las víctimas son quienes acusan al infractor con sus padres, quienes levantan una denuncia ante las autoridades.

“En la mayor parte de los casos los niños no están tan afectados como los padres, ya que los infantes consideran que el ataque fue parte de un juego y con las terapias se les enseña a respetar su cuerpo. Sin embargo, los papás son los que quedan más consternados, sobre todo si el menor atacado fue un varón.”
Destacó que gracias a las acciones en materia preventiva que se han realizado en instituciones educativas durante la pasada administración, es cómo se ha podido promover una cultura de denuncia entre los infantes.

Entre las acciones que se llevaron a cabo fue la presentación de la obra de teatro Ositos valientes, la cual recorrió 90 por ciento de los preescolares y primarias del distrito judicial de Tehuacán en 2009.
Por último, agregó que 50 por ciento de las denuncias ante la dependencia corresponde a mujeres mayores de edad, quienes han sido hostigadas sexualmente en la calle o en las empresas donde laboran, por alguno de sus compañeros o jefes.