Mediante el Programa de Organización Productiva para las Mujeres Indígenas (POPMI), la Comisión para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI) actualmente apoya 19 proyectos donde se han invertido poco más de 2 millones de pesos, de los cuales han resultado beneficiadas artesanas de la región de Tehuacán que trabajan el barro y la palma, dio a conocer Ivón Gutiérrez Vázquez, delegada de la CDI en el estado.

Estos proyectos son impulsados por 190 mujeres, que en la mayoría de las actividades productivas están enfocadas a la elaboración de las artesanías de barro y palma; son 150 mil pesos los que se otorgan a grupos de diez mujeres, además de los apoyos económicos, las artesanas son invitadas a eventos organizados por la CDI para mostrar su cultura y sus tradiciones.

En este tipo de eventos comercializan sus productos e intercambian experiencias, con el objetivo de mejorar sus técnicas, por lo que a través de las promotoras es como estas mujeres son detectadas. El POPMI tiene mucha demanda, pues tan sólo en este año en todo el estado se destinaron 25 millones para diversos proyectos y 2 millones de pesos más fueron destinados para la capacitación de las artesanas, aunque todavía están en espera de que autoricen 3 millones para el estado.

Conforme avance el proyecto también la posibilidad que tienen estas mujeres de acceder a un segundo o tercer tipo de apoyo, aunque los 19 proyectos están iniciando, es decir, ninguno exporta porque “apenas están capitalizándose y mejorando la calidad de sus productos, algunos están produciendo para la región”, informó Gutiérrez Velázquez.

Y es que para abarcar otros nichos de mercado se requiere mayor calidad en los productos, así como mayor número de producción, por lo que deben mejorar ambos aspectos y evitar que los intermediarios compren sus productos a un bajo costo y los revendan a precios mucho más elevados.

Reconoció que esta situación sigue presente en las comunidades indígenas debido al rezago en el que se encuentran, pues los artesanos no cuentan con transporte para que puedan trasladarse a otro lugar y vender sus productos.

Cabe señalar que la CDI además de que capacita en cuanto a la mejora de las técnicas para la elaboración de artesanías, brinda pláticas de desarrollo humano para que se inserten en la actividad productiva, se vuelven empresarias rurales, lo cual también ayuda a tener un crecimiento en cuanto a autoestima, además de que aportan recursos económicos a sus hogares.