Los productores de caña de azúcar del ingenio de Atencingo y del resto del país señalan que están extrañados de que los nueve ingenios azucareros administrados por el Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA) sean licitados a pocos meses de que concluya la actual administración federal, solicitando que se transparente el manejo que se tuvo de las unidades industriales, señaló Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros, AC CNPR.

En un documento enviado a Intolerancia Diario la CNPR expone que a menos de cinco meses de que concluya la actual administración federal se tenga prisa por la enajenación de las nueve unidades industriales administradas por el FEESA.

De acuerdo a declaraciones de fuentes oficiales podrían ser adjudicados a mediados de octubre, pudiendo haber sido licitadas con un mayor tiempo de anticipación.

Blackaller Ayala reconoció que la relación con el FEESA ha sido buena ya que ambas partes cumplieron con los acuerdos tomados en los momentos adecuados; sin embargo, exhorta a que se rindan cuentas claras de los manejos que durante 11 años tuvo el Fondo que administró el sector de los ingenios, y no se estigmatice a todo el sector de la agroindustria mexicana de la caña de azúcar por la opacidad en la conducción de los 9 ingenios en proceso de licitación.

Dijo que los cañeros evalúan su interés de armar un esquema empresarial buscando la viabilidad de participación en una o más unidades industriales y así el productor de caña pueda obtener más utilidades por la venta de su materia prima que es la caña de azúcar.

No obstante, a los productores de caña en el actual esquema de enajenación los pone en desventaja para adquirir 1 o más ingenios ya que se requieren de enormes flujos de dinero, cuyos montos que no son de fácil acceso.

Expresó que los 9 ingenios que fueron propiedad del grupo CAZE, aún administrados por la federación, se encuentran bajo un juicio promovido por el grupo, por lo que el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación tendría que haberse dado a conocer después de la resolución de los jueces.

Carlos Blackaller confió en que el proceso de licitación de los ingenios, y el de trabajo en manos de nuevos dueños, ayuden a incrementar la producción de la caña de azúcar y del endulzante; efecto de las inversiones que se harán tanto en campo como en fábrica para hacer rentable la compra de las unidades industriales.