Vecinos y comerciantes establecidos marcharon por el centro de la ciudad para exigir a las autoridades municipales de San Andrés Cholula agilizar las obras de transformación de la calle 14 Oriente en el corredor turístico Puente de la Virgen, donde están asentadas decenas de restaurantes, bares y discotecas.

Con el argumento de que no pidieron la obra ni fueron tomados en cuenta en su planeación, se manifestaron preocupados por las alteraciones que han comenzado a sufrir sus ventas y su vida cotidiana por la falta de estacionamiento, polvo, inseguridad y bloqueo a sus entradas. Incluso, amagaron con suspender el proyecto porque el gobierno municipal pretende cerrar esta calle al tráfico vehicular y volverla peatonal trastornando por completo sus actividades.

Alrededor de 50 inconformes caminaron desde la 14 Oriente a las oficinas del ayuntamiento con pancartas y lonas que reclamaban la lentitud de los trabajos iniciados hace 20 días, tiempo durante el cual sólo han visto maquinaria parada. Tras recibir fuertes reclamos, incluso jaloneos y empujones, el presidente municipal Miguel Ángel Huepa Pérez se manifestó desconcertado por la actitud de los vecinos que rechazan una obra que mejorará su calidad de vida y aumentará sus actividades comerciales.

Ante los gritos frente a sus oficinas, el alcalde se presentó ante los vecinos y empresarios para escuchar sus quejas. “En verdad me sorprende que no quieran una obra que nos ruegan en otros lados. Es cierto que representa algunos malestares, como el polvo y cierre temporal de las calles, pero a fin de cuentas será un beneficio para todos”, señaló.

Dentro del palacio municipal, el edil consideró que estas posturas radicales tienen un trasfondo político en vísperas del proceso electoral. Reveló, además, que entre los opositores a la obra se encuentran trabajadores despedidos por actos indebidos como Erik Pablo Juárez que estaba en Participación Ciudadana, así como los abogados perredistas Adán Xicale, padre e hijo. Y aclaró que la ejecución del proyecto depende exclusivamente de la constructora DAT, contratada por el gobierno estatal. “Nosotros ni contratamos ni supervisamos, pero podemos pedir que los trabajos se agilicen para reducir las molestias”.

Aunque dejó en claro que la obra no se va a detener de ninguna manera, a menos que sea indicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia. A su vez, el residente de obra de la constructora DAT, Carlos Acosta, aseguró que los trabajos de preparación de la obra están en tiempo y forma, y sólo está a la espera de más material y maquinaria para pasar a otra etapa.