Al grito de “Mastreta entiende, la tierra no se vende”, más de 100 comuneros del municipio de Santa Isabel Cholula realizaron una marcha pacífica del Paseo Bravo a las oficinas de la Secretaría General de Gobierno (SGG). 

Una vez en las oficinas de la SGG, una comisión de integrantes, asesores y defensores de los bienes comunales; el edil de Santa Isabel Cholula, Adrián Flores, y el síndico municipal Manuel Contreras Tlaczani sostuvieron una mesa de diálogo con el representante legal de Arturo Migoya Mastretta, Gustavo Fernández del Campo; Roque García Aparicio y Francisco Baltazar Orozco, ambos asesores del la dirección de la SGG.

En la reunión, los representantes de los comuneros expusieron las diversas amenazas a las que han sido sometidas las familias de Santa Isabel Cholula que buscan defender el territorio que le pertenece a la comunidad; asimismo, señalaron que las escrituras y los documentos que ha presentado el hijo de la regidora capitalina, Verónica Mastretta, Arturo Migota, están presuntamente “amañadas” y fueron vendidas de “mala fe” por el exalcalde Pascual Flores Arias y el también exaspirante a la alcaldía por dicho municipio, Herminio Pérez Ramírez.

“El señor Alejandro Migoya cuenta con escrituras apócrifas de la compraventa del cerro, que le otorgó el exedil auxiliar Pascual Flores Arias, en perjuicio de 250 comuneros”, aseveró el presidente del Comité de Bienes Comunales, Gregorio Tlahuel Palma, tras hacer un llamado al gobierno estatal para que frene los abusos, el tráfico de influencias y que se les reconozcan los territorios como propiedad de la comunidad.

A su vez, lamentó que la familia Mastretta se aproveche de la ignorancia y de la pobreza de la gente para apoderarse de terrenos que no le pertenecen.

“Nosotros, en un primer acuerdo, le insistimos al señor Arturo Migoya Mastretta que respetamos los terrenos que compró que comprende de la acequia hacia el sur (terreno llamado Tezozoco) y que cuenta con las respectivas escrituras, pero no así que se adueñara a la mala de terrenos que son del cerro Tlanimaconi.

“Lamentablemente la gente es pobre, no tenemos el dinero suficiente para pagar un buen abogado o asesor para que agilice la demanda que interpusimos ante el Tribunal Superior Agrario, pero han de creer que por no saber leer ni escribir somos ignorantes y no podremos defender lo que por antigüedad nos pertenece”, aseveró.

Los acuerdos y el abandono de la mesa

Tras exponer la serie de señalamientos, los asesores de la SGG instaron a establecer un común acuerdo entre las partes inconformes, establecieron lo siguiente: primero, que con objeto de evitar conflictos en la comunidad las partes reunidas asumen el compromiso de respetarse mutualmente y que dejarán las cosas como están, hasta que se pueda llegar a un acuerdo.

Y pese a que el segundo establecía que el abogado y representante de Migoya Mastretta manifestaba estar de acuerdo en el primer punto y que posteriormente se convocase a una nueva reunión en la que traería una propuesta de solución de acuerdo con los planteamientos que han hecho los representantes comunales, éste abandonó al final la mesa de diálogo y no firmó la minuta.

Finalmente, los comuneros y el gobierno municipal indicaron que continuarán con la vigilancia en el cerro Tlanimaconi, a fin de evitar que continúen los trabajos para cercar las tierras; no obstante, recalcaron que de seguir las amenazas, el hostigamiento y la provocación de la familia Mastretta podría generar un conflicto social mayor.