Un grupo de peligrosos delincuentes atacó a balazos la presidencia de Lagunillas, perteneciente al municipio de Chietla, además de que dañaron con las armas de fuego diversos vehículos, negocios y viviendas, así como una persona lesionada.

Todo fue debido a una riña que desencadenó la violencia donde relucieron armas calibre .22, .25 y .38.

Al lugar tuvieron que llegar elementos de la policía municipal de Chietla, pero hasta más de una hora y media después, ya que habían huido los maleantes, sin detener a nadie.

Cabe decir que el presidente municipal de Chietla, Edgardo Ponce, ordenó hace unas semanas el retiro de patrullas de vigilancia en comunidades al carecer los elementos de permiso colectivo para uso de armas de fuego.

Por su parte, el presidente auxiliar, Juan Rojas, se presentó luego de la balacera en estado de ebriedad, según vecinos, y ordenó cerrar la presidencia por miedo a otro tiroteo.


Recuento de daños
El saldo fue de una persona herida de bala en el hombro, la presidencia auxiliar, una vivienda y la cancha de básquet bol baleadas, además de dos camionetas, dos motocicletas, un negocio y una casa dañadas.

Según testimonios el ataque de la pandilla conocida como “Los Pelones”, de Ahuehuetzingo, durante una riña en Escape de Lagunillas, municipio de Chietla, la madrugada de este domingo.

La violencia se desató por un pleito de pandillas, donde una de estas regresó a cobrar venganza y sacó a relucir armas de fuego, machetes y agredieron a inocentes con una desatada violencia contra personas.

Además una casa que fue atacada en su interior, sobre la calle Emiliano Zapata, y un comercio.

Hombres, mujeres y niños escucharon en serie por lo menos tres descargas de disparos de pistolas tipo escuadra calibre .22 .25 y .38, más de 40 tiros.

“Primero se escucharon en el kiosco, luego bajaron corriendo y dispararon hacia el techo de la cancha, donde los impactos quedaron marcados en los pilares, así también se escucharon frente a la presidencia los disparos, una bala se impactó en la fachada, junto al medidor de energía eléctrica”.

Pobladores de Escape de Lagunillas que paseaban por el zócalo, otros se dirigían al baile junto a la presidencia, terminaron literalmente tirados pecho tierra ante las ráfagas de disparos.

Otros corrieron a esconderse tras los vehículos estacionados en la calle principal. Un grupo aproximado a 30 corrieron a la propia presidencia, que estaba con la puerta abierta, pero sin un solo policía municipal que resguardara.

Los agresores entraron pistola en mano a la propia presidencia para buscar a un poblador de Lagunillas que había protagonizado la riña.

Luego se dirigieron a una tortería, donde el propietario había cerrado para evitar el peligro ante los más de 30 disparos detonados.

La respuesta de los pandilleros fue abrir golpeando con una enorme piedra la chapa para abrirla, una vez adentro golpearon a hebillazos al propietario, mientras era interrogado a golpes, junto con su hijo de solo 10 años, quienes sin deberla resultaron golpeados.

“¿Dónde están esos cabrones, sácalos o te va cargar tu chinga… madre, cabrón”.

Refieren los pobladores que una pelea se suscitó entre el zócalo y la presidencia; un joven originario de Ahuehuetzingo fue golpeado y con una enorme piedra le rompieron el medallón de su camioneta mientras salía a toda velocidad sobre la calle principal, 5 de Mayo.

Una hora después, más de 30 vándalos regresaron a bordo de dos camionetas, armados con pistolas y machetes, para descargar su coraje contra inocentes ante la complacencia de la policía municipal de Chietla, que nunca llegó a atender el llamado de auxilio de los pobladores.

Pobladores se organizan
Ante la inseguridad que impera en la junta auxiliar de Escape de Lagunillas, pobladores y comerciantes realizarán una asamblea para exigirle a presidente auxiliar Juan Rojas Martínez y al alcalde de Chietla, Edgardo Ponce, atención y resultados en el combate a la inseguridad.
La policía no atiende los reportes de auxilio, las patrullas ya fueron concentradas en la cabecera municipal y los delincuentes atacan a disparos la propia presidencia, sin que nadie pueda detenerlos en este pueblo sin ley, señalaron.