En el cerro de San Miguel, rodeada de naturaleza, un excelente clima y un volcán con milenaria historia, el día de ayer en punto de las 10 horas dio inicio la edición número 49 del Atlixcayotl; danzantes de las 11 regiones etnográficas del estado de Puebla se dieron cita para llevar a cabo esta tradición que se lleva a cabo anualmente el último domingo del mes de septiembre, como parte de una tradición en tributo al rey Quetzalcóatl.
El alcalde de Atlixco, José Luis Galeazzi Berra, en compañía de la “xochicihuatl” (mujer flor) y las “xochipilmes”, le dio la bienvenida al gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, y a las autoridades municipales y del estado que acudieron a este evento; posterior a la entrega del bastón de mando, inició esta emotiva tradición con la danza de los quetzales, perteneciente a la región de los valles centrales, que junto a la danza xochitecatl representó el tejido de palma que se construye para la joven pareja que se casa.
Posteriormente, danzantes del barrio de San Miguel hicieron gala de gallardía y colorido representando la danza de carnaval, una expresión cultural popular que representan de cuatro a cinco días cada año, demostrando su música y costumbres; a continuación, cobijados por la alegría del público, desde el municipio de Tecomatlán, se presentó la danza de los jolos, una tradición de más de 300 años, donde con trajes coloridos se forman comparsas que van por todo el pueblo bailando y gritando.
Mención aparte merece Chiapas, quien como estado invitado a esta edición del Atlixcayotl y con unos trajes llenos de color y elegancia hizo una participación memorable llena de magia y folklore en el escenario. Acto seguido, se contó con la participación de los danzantes “tecuanes”, una de las más aplaudidas por el público, la cual incluye al jaguar como elemento principal; éste constituye uno de los rituales dancísticos más originales y alude a la leyenda de la captura del jaguar o “tecuani”, el cual era considerado dañino para el ganado de los campesinos o hacendados.
El cierre
En su participación, diversas danzas de la región de la Cañada, de la Sierra Norte y de la Huasteca poblana brillaron en la Plazuela de la Danza con el baile de los tejoneros, el baile de paxtles, la danza de los negritos y la boda indígena.
Los voladores de Cuetzalan, de la región de la Sierra Norte del estado, con gallardía y ante la admiración de las familias asistentes cerraron este espectáculo; cabe señalar que esta danza fue ampliamente difundida en Mesoamérica y por su carácter acrobático y ritual ha sobrevivido hasta hoy en día.
Finalmente, con la participación de autoridades y público en general, el baile del convite y el calabaceado, originario de Atlixco, cerraron este festival, que como una vez más llenó de magia, color y tradición a todos los presentes y continúa preservando estas tradiciones ancestrales.