Un total de ocho perros policías conforman, junto con su binomio humano, el Equipo K9 que ha iniciado operaciones en el municipio de Zacatlán con el propósito de inhibir el delito, así como detectar armas, drogas y explosivos, particularmente en áreas aledañas a instituciones educativas, todo en aras de proteger a niños y jóvenes estudiantes, así como a los docentes y padres de familia.
Este martes, uno de los perros policía detectó a un sujeto en posesión de marihuana, los hechos ocurrieron cuando Daniel Iván Q. de 23 años de edad, fue sujeto a una revisión y el elemento canino modificó significativamente su comportamiento, por lo que el elemento humano procedió a revisar al sujeto y encontró el estupefaciente, por lo que fue remitido a la autoridad competente.
Este equipo trabaja en el municipio desde inicio de año, a pesar de que llegaron en diciembre, porque durante sus primeras semanas fueron para acoplarse tanto a la geografía, como clima de la región.
En Zacatlán empieza a ser una imagen habitual observar en la acera de enfrente de las escuelas al binomio canino-humano policía, en guardia desde el amanecer, para estar alerta durante el horario de entrada a clases y posteriormente, pasado el mediodía, para la salida y nuevamente el ingreso de quienes estudian en turnos vespertino y nocturno.
Las escuelas del municipio observan este resguardo con perros policías entrenados en detección de armas de fuego, explosivos y drogas, el objetivo es evitar acciones que violenten la tranquilidad de la comunidad estudiantil y al mismo tiempo hacer frente a la delincuencia.
Estos perros policías que llegaron en diciembre pasado al municipio de Zacatlán, como parte de la estrategia emprendida por el presidente Luis Márquez Lecona para combatir a la delincuencia, se encuentran entrenados en rescate, protección y búsqueda, además de estar certificados por una empresa internacional lo que garantiza la legalidad de sus acciones en caso de un proceso jurídico.
En el día a día, la presencia del binomio integrante del Equipo K9 representa para padres de familia, estudiantes y ciudadanos en general, un elemento de confianza cuando caminan por las calles del municipio y al mismo tiempo una forma de hacer frente a los delincuentes.
La integración de ambos policías es fundamental para su buen desempeño, por lo que es el policía humano quien cuida la alimentación y entrenamiento de su pareja canina, a fin de integrarse en un perfecto entendimiento que les permita actuar de manera coordinada para enfrentar al delincuente, así como prevenir situaciones de riesgo.