La basura del municipio de San Andrés Cholula, continuará depositándose en el relleno sanitario de Chiltepeque, ubicado en la capital del estado, luego de que fue renovado el convenio entre ayuntamientos.

Así lo reveló la presidenta municipal sanandreseña, Guadalupe Cuautle Torres, al reconocer que hubo un ligero atraso en la recolección de basura durante los últimos días del anterior gobierno municipal, pero ya fue regularizado.

En entrevista con medios locales, informó que la basura se está llevando al relleno sanitario de Chiltepeque, en el municipio de Puebla, tras los acuerdos con el ayuntamiento capitalino.

Aseveró la alcaldesa que el nuevo convenio con el ayuntamiento de Puebla no fue temporal, luego de que el pasado 14 de octubre concluyó para que los municipios de la zona metropolitana depositaran sus desechos en Chiltepeque.

“Tuvimos pequeños detalles en cuanto a la renovación del convenio, ya se aclaró, se está haciendo la recolección. Agradezco la disponibilidad de nuestro amigo, presidente, Pepe Chedraui, por poder trabajar de manera conjunta”, refirió.

Cuautle Torres, indicó que con la renovación de este convenio, ahora, la comunidad de San Andrés Cholula seguirá teniendo la posibilidad de llevar y depositar sus desechos sólidos a dicho relleno sanitario.

Por lo tanto, se reanudó de manera normal el servicio de recolección de basura en todo el municipio, precisó la alcaldesa.

Hace unos meses el basurero intermunicipal de Cholula fue clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), lo que generó que ayuntamientos buscarán donde depositar sus desechos.

Datos de la Secretaría de Gobernación estatal, detallan que hay dos opciones para la ubicación del nuevo relleno sanitario en Puebla, uno cercana al de Chiltepeque y otro al oriente de la entidad, para que no queden lejanos de los municipios que depositaban ahí su basura.

La Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Relleno Sanitario de San Pedro Cholula y la Defensa del Agua cerró el confinamiento, luego de que agricultores detectaron que el mal manejo de lixiviados y otras prácticas anómalas contaminaron los pozos de la zona.