Como parte de la Iniciativa Mérida, los gobiernos de Estados Unidos y México realizaron conjuntamente una serie de acciones el año pasado para combatir el "lavado" de dinero.

En ese sentido, la embajada de la Unión Americana en México presentó una recopilación sobre algunas de las acciones practicadas por ambos gobiernos, tanto en sus respectivos territorios como en forma bilateral.

Por ejemplo, en marzo se realizó una amplia investigación financiera entre la Procuraduría General de la República, la agencia antidrogas estadunidense DEA y la Unidad de Inteligencia Financiera, por operaciones irregulares del Banco Wachovia, en Estados Unidos.

Entre 2009 y 2010, los esfuerzos bilaterales dieron como resultado embargos por 60 millones de dólares, en tanto que las autoridades aduanales de Estados Unidos se incautaron 227 millones de dólares en efectivo en su país durante el año fiscal 2010.

Desde enero de 2010 fue reactivada la Operación "Firewall", al amparo de la cual se incautaron en el año tres millones 616 mil dólares, 179 mil 900 dólares de "dinero fraudulento" y fueron detenidas seis personas.

La representación diplomática destacó que "México está creando un centro de fusión para el combate al lavado de dinero, que incorpora a autoridades financieras y del orden público para coordinar investigaciones" en la materia.

Asimismo, en noviembre del año pasado se certificaron 44 operadores caninos del Servicio de Administración Tributaria, así como 50 perros para la detección de armas, drogas, municiones y dinero en efectivo.

En el marco amplio del combate al "lavado" de dinero en ambos lados de la frontera, destacan las acciones de la Ley de Designación de Participantes Extranjeros en Delitos de Narcóticos, conocido en Estados Unidos como "Kingpin Act".

Mediante este sistema, que identifica a cómplices de narcotraficantes a quienes se les prohíbe hacer negocios en Estados Unidos, entre 2008 y 2010 fueron designadas 269 personas y 135 entidades relacionadas con los cárteles mexicanos de las drogas.

Todas estas acciones tienen como fin desarticular la capacidad de la delincuencia para mover y "lavar" dinero en ambos países, lo cual se considera medular para las organizaciones delictivas.