La oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (ATF) de Estados Unidos está diseñado para detener el trafico de armas, por lo que el alegato de que agentes de la ATF permitieron el paso de diversas armas (que terminaron en la calle) en México tomó a la corporación por sorpresa.
Dos agentes de la ATF declararon a la CBS que agentes dejan que los vendedores estadounidenses vendan varios miles de armas para poder rastrearlas más tarde y atrapar a los narcotraficantes. Varias de estas armas terminan en crímenes violentos, incluido el asesinato del agente de la patrulla fronteriza. "Creo que es probable que este incidente (la muerte del agente) es uno de los días más oscuros en la historia de la ATF", dice el agente René Jaquez a CBS.