Entrevistado luego de la presentación de su secretario de Turismo, José Zorrilla, sobre los proyectos de desarrollo en la entidad, el mandatario aclaró que dichas auditorías se realizan para definir cómo se recibió el gobierno pero nunca con fines de venganza política o electoral.
Dijo que de momento siguen en curso las auditorías en los sectores de obras públicas, salud y educación, entre otros, y por ello es posible que en el futuro se encuentren más irregularidades y se eleve la cifra.
Sin embargo aseguró que su gobierno será muy cuidadoso de sancionar las irregularidades que se detecten y responsabilizar al funcionario que sea necesario, sin importar el nivel de gobierno al que pertenezca.
También, continuó, en Oaxaca el gobierno no será omiso en el uso de los recursos públicos y tampoco será “tapadera de nadie”.
Aun así el gobernador Cué aclaró que su régimen no utilizará la justicia con fines facciosos o electorales, sino que sancionará a quien sea necesario cuando se demuestran hechos irregulares como los que se han encontrado en una obra que se construyó y no se pagó, u otra que es el caso contrario: se pagó pero nunca se llevó a cabo.
Pidió que nadie diga que la detención de algún ex funcionario es una venganza cuando, por ejemplo, se documenta que determinada obra pública se pagó pero nunca se construyó.
En relación al caso de Jorge Hank Rhon, el mandatario oaxaqueño sostuvo que la autoridad deberá demostrar los delitos que se le imputan y él mismo presentar las pruebas de su inocencia.
En todo caso, recordó lo señalado por el senador Carlos Navarrete, quien indicó que ningún empresario o político debe pensar que sus actividades representan una garantía de que pueden hacer lo que quieran.
Inclusive, agregó, los funcionarios públicos deben ser aún más cuidadosos en sus acciones para estar del todo seguros que no caen en ninguna irregularidad y con ello evitar problemas con la justicia.