En su opinión, el problema de deuda que tiene Estados Unidos, que aunque logró aminorar este escenario con el aumento al techo de financiamiento, sigue generando incertidumbre a nivel mundial y ello viene a representar para México un entorno poco alentador.
Expuso que dada la debilidad de la manufactura y los servicios se teme una desaceleración que, sin lugar a duda, afectaría de sobre manera la marcha de la economía mexicana.
Así, el escenario que se percibe en lo que resta del año es de total incertidumbre, añade el organismo industrial en su reporte semanal.
Estima que los movimientos bruscos de los mercados financieros plantean la urgencia de contar con mecanismos que reduzcan la incidencia de ese tipo de fenómenos sobre la estabilidad macro pero, en particular, sobre el sector productivo.
Dada estas condiciones, la Canacintra sostuvo que México está blindado para una crisis financiera, pero no para enfrentar una desaceleración o una recesión de Estados Unidos, su principal socio comercial.
La alta dependencia que tiene México de Estados Unidos, ligada a un bajo crecimiento de la economía de este país, pone en alerta al sector exportador, pues desde esta perspectiva el crecimiento que podríamos tener sería inferior al 4 por ciento al finalizar año.
Ante ello se requiere contar con un modelo de crecimiento equilibrado, con proyectos de largo plazo y de apoyos financieros, calidad, innovación tecnológica, servicios y asistencia técnica especializada, que respondan a las necesidades económicas de cada sector, rama o región.
Este es un elemento crucial que deberíamos aprovechar para que las empresas mexicanas se fortalezcan, crezcan y se desarrollen, y no sean arrastradas por la ola de incertidumbre que proviene del exterior, añade el organismo en su reporte.