Llamó a la sociedad, al Congreso y al gobierno estadunidense a reflexionar sobre la tragedia que se vive en México y muchos países de la región como consecuencia, en gran parte, “del consumo insaciable de drogas en el que participan millones y millones de norteamericanos”.
En el mensaje que envió desde la residencia oficial de Los Pinos con motivo del ataque contra un casino de Monterrey, Nuevo León, el mandatario urgió a cerrar “de una vez la criminal venta de armas de alto poder y fusiles de asalto a los delincuentes que operan en México, y que sólo obedece al lucro”.
Dijo que “no hay razón para que los cientos de miles de armas vendidas a los criminales apunten a los mexicanos y sus autoridades”, y demandó cancelar la venta indiscriminada y sin control de armas de asalto.
Calderón Hinojosa planteó que entre los factores asociados a los hechos criminales de Monterrey están las exorbitantes rentas económicas que generan esas actividades ilícitas, lo que lleva a la delincuencia a tener una capacidad de fuego y destrucción que desafía a la autoridad, a la vez que aterra y somete a la población.
“Si están decididos y resignados a consumir drogas busquen entonces alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales o establezcan puntos de acceso claros, distintos a la frontera con México, pero esta situación ya no puede ser igual”, aseveró.
El presidente de la República señaló que “la ambición por ese mercado tan rentable lleva a los criminales a una lucha asesina y bestial entre bandas del crimen, con actos tan brutales e inhumanos, como puede ser el caso, probablemente, del ocurrido el día de ayer”.
Subrayó que las mayores rentas de las ganancias económicas provienen del trasiego y venta de droga a Estados Unidos, por lo que insistió en que parte de la tragedia que se vive en México tiene que ver con el hecho de que esta nación se ubica al lado del mayor consumidor de estupefacientes del mundo, y a la vez el mayor vendedor de armas.
Recalcó que el poder económico y de fuego de las organizaciones criminales que operan en México y América Latina tiene que ver con la interminable demanda de drogas de Estados Unidos.
“México ya no puede ser la puerta de acceso, ni tampoco pagar las consecuencias que ese mercado genera y se traduce no sólo en cientos de miles de millones de dólares ilícitos provenientes del mercado negro, sino también en miles de muertos a consecuencia de la violencia que ejercen las bandas criminales abocadas a este negocio”, sostuvo.
Subrayó la necesidad de que se reduzca “drásticamente” el consumo de drogas en Estados Unidos, y si eso no es posible que ese país colabore, “cuando menos”, para evitar que el trasiego de dólares a este país genere la violencia insufrible que no se quiere en México.
“Se necesita y agradece la cooperación en materia de información e inteligencia, pero también es importante que el pueblo, el Congreso y el gobierno de Estados Unidos encuentren una solución para arrebatarle las exorbitantes rentas económicas a los criminales, generadas por el mercado negro de drogas”, recalcó el presidente de la República.