A dos días del atentado en el Casino Royale, familiares de las 52 víctimas comenzaron a enterrar a sus seres queridos en un ambiente de dolor.

Consternado por la pérdida de su hermana -María Guadalupe Monsiváis, de 24 años, quien murió por asfixia en el casino- Adolfo pasa de la indignación al reclamo para que las autoridades encuentren a los responsables de esta tragedia.

“Se pasaron de la raya. Todos estamos muy indignados, hay mucha policía y pasan y pasan cosas. Mi hermana qué les hizo, si iban por el dueño (del casino) ellos saben como buscarlo”, expresó.

“Yo no sé porque no habían cerrado ese negocio si ya los habían amenazado desde hace tiempo, o hubieran puesto más seguridad”, agregó.

Dos horas después, en camposanto, donde los muertos reposan, los llantos y sollozos recuerdan que la tragedia de Monterrey será una herida muy difícil de sanar. Notimex