"Todos ellos han confesado estar con el grupo criminal de los Zetas", dijo Rodrigo Medina, el gobernador de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, en rueda de prensa.
La policía detuvo el domingo a un adolescente que conducía un automóvil robado en Escobedo, un municipio aledaño a Monterrey, que resultó estar relacionado con el ataque y que proporcionó los datos para capturar a los otros cuatro cómplices.
De acuerdo con Medina, los detenidos confesaron su participación en el incendio con gasolina contra el casino, ocurrido el jueves y que dejó un saldo de 52 muertos, entre ellos 35 mujeres.
Los detenidos indicaron que el atentado "no iba dirigido a las personas en primera instancia sino al casino", pero cuando llegaron al lugar pudieron haber perdido el control de la situación porque estaban drogados, añadió el funcionario.
El móvil del atentado fue "presuntamente por un incumplimiento de un cobro o extorsión" a los dueños del casino, añadió el gobernador, quien aseguró que las autoridades judiciales cuentan con pruebas científicas que permiten asegurar que estas personas están implicadas en el crimen.
Monterrey, la tercera ciudad más importante de México y polo industrial del norte del país, se encuentra envuelta desde 2010 en una ola de violencia causada por la guerra entre el cártel del Golfo y sus antiguos aliados los Zetas.
Más de 41.000 personas han sido asesinadas en México por las pugnas de los cárteles del narcotráfico desde diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó una ofensiva militarizada contra ellos.