Con mucha alegría pero también con tristeza, miles de mexicanos despedirán este lunes al Papa Benedicto XVI, quien en cuatro días se ganó el amor de los fieles que se resistían a abrir su corazón ante la sombra de Juan Pablo II.

A diferencia de la ceremonia de bienvenida, hermética, incluso fría para la forma de ser de los mexicanos, en la despedida en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato la algarabía que le espera al Sumo Pontífice de la Iglesia católica es totalmente al estilo del país.

Esta forma de ser está marcada por emociones, alegría, fiesta, pero también “con mucho dolor”, de acuerdo con los presentes que dicen: “aprendimos a quererlo, descubrimos a otro Papa mexicano”.

Con estos ánimos, la orquesta de música, el mariachi y la Juventud del Papa se preparan para decirle adiós al Vicario de Cristo con porras que invaden el interior y exterior del aeropuerto, las cuales rezan: “!Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”.

A las 09:30 horas el Papa alemán, ahora también “mexicano”, abordará un avión de Alitalia con destino a Cuba, a donde se prevé que arribe a las 14:00 horas al Aeropuerto Internacional de Santiago de Cuba, para continuar con su agenda en este continente americano, donde está prevista su estancia en la isla hasta el próximo miércoles.