El candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador aseguró que de ganar la próxima elección del 1 de julio, se fijaría el aumento al salario mínimo de acuerdo con la Constitución, es decir arriba de la inflación.
En conferencia de prensa matutina el aspirante de las izquierdas presentó su propuesta para impulsar la igualdad social y garantizar el derecho a la alimentación, trabajo, salud y educación.
En este sentido, afirmó que con trabajo y salarios mínimos eficientes, se podrá cumplir el mandato constitucional para que la gente garantice sus derechos a la educación, salud, alimentación y vivienda.
Señaló que en los últimos 30 años el salario mínimo ha perdido poder adquisitivo, pues antes se podía comprar 50 kilos de tortillas con éste, sin embargo en la actualidad solo alcanza para cinco kilos de éste alimento.
Dijo que de ganar la contienda presidencial auspiciará un Estado igualitario y fraterno en el que los más débiles encuentren protección ante la incertidumbre económica, para que vivan sin angustia y sin temores.
En ese sentido, recalcó algunas de sus propuestas que forman parte de su planteamiento general en materia social como incrementar la inversión pública para rescatar el campo, proteger a la mediana y pequeña empresa, combatir las prácticas monopólicas y la libre competencia.
También crear carreteras para las 350 regiones rurales que carecen de estas vías, además dar pensiones a las personas mayores de 78 años, crear un millón de viviendas cada año, emprender una revolución educativa para que nadie se quede sin la oportunidad de estudiar y para que ningún joven sea rechazado en el bachillerato o instituciones de educación superior.
Afirmó que para lograr el bienestar social, una de las vertientes es el crecimiento económico, el cual dijo, sería del seis por ciento anual y se crearía siete millones de empleos en seis años, de triunfar en los comicios del 1 de julio próximo.
López Obrador recalcó que el desarrollo con empleo y el combate a la desigualdad y la pobreza, permitirían serenar al país, pues la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia.
Asimismo, detalló la razones por las cuales no está de acuerdo con las reformas estructurales, pues desde su punto de vista fueron diseñadas desde el extranjero para aplicarse en todos los países y en México generaría privatizaciones, incremento de impuestos y vender la educación.
Dijo que México debe tener su agenda propia y que partiendo de que el principal problema del país es la corrupción, la cual ni siquiera es un delito grave, se debe emprender una estrategia para combatirla.
En otro orden de ideas, el abanderado de los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo, insistió en su llamado al IFE para que revise los gastos de campaña de su contrincante del PRI, Enrique Peña Nieto ante el excesivo despliegue de propaganda en todo el país, sobre todo de carteles.
Afirmó que esa labor la debería realizar el IFE de oficio, aunque los partidos que lo postulan ya preparan un informe al respecto que en su momento podría ser entregado a la autoridad electoral.
Comentó que otro problema que se esta presentando en este proceso electoral es la falta de equidad en los medios de comunicación, pues por cada tres mensajes que se difunden de Peña Nieto, solo pasa uno de él.
Sobre los señalamientos del ex presidente Vicente Fox de que sólo con un milagro ganaría el PAN, en tono de broma comentó “lo he dicho, pero no me hacen caso”.
Dijo que lo que hizo Fox con este comentario fue sólo sincerarse, e insistió que si bien respeta mucho a los panistas y a los priistas “arriba es lo mismo y comen en el mismo plato Fox, Salinas y Gordillo”.