El menor, estudiante de secundaria, se llamaba Miguel Ángel Hernández Fuentes, tenía 13 años de edad y su domicilio en la calle José Rodríguez González número 41 esquina con el callejón de la Esperanza, en el sector habitacional que se mencionó, al sur poniente de la ciudad.
Este lamentable hecho tuvo lugar alrededor de las 11:00 horas en el lugar que se mencionó, a donde acudieron primero ambulantes de la Cruz Roja, aunque el menor ya había fallecido a consecuencia de un balazo en la región frontal arriba del ojo derecho.
Voceros de la agencia del Ministerio Público de Homicidios informaron que el cadáver del menor se localizó sobre la cama, donde se halló la pistola tipo revólver calibre 38.
Según los informantes no se descarta que el niño trató de desarmar la pistola, ya que sobre la cama se localizó un tornillo.
También se dijo que la madre del infante manifestó que el mismo se encontraba sólo en la casa y que una vecina escuchó la detonación y de inmediato pidieron auxilio pero todo fue inútil.
La mujer mencionó que el arma de fuego la compró hace poco tiempo su esposo y que la querían para su seguridad, indicando que la guardaban bajo la cama.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro del Hospital Universitario para la práctica de la necropsia.