La candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, firmó con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) una agenda común para impulsar las reformas estructurales en materia hacendaria, laboral y energética, entre otras.
Al reunirse con hombres de negocios pertenecientes al CCE, la abanderada panista aseguró estar al lado de las reformas, porque "negarle a México éstas sería condenarlo a la mediocridad y a la pérdida de oportunidades para millones de mexicanos".
Durante este acto celebrado en el Club de Industriales, Vázquez Mota insistió en que “sin reformas México será un país sin crecimiento económico, donde se seguirá fortaleciendo la economía informal, en el que habrá prebendas y privilegios y estará atado al pasado”.
La candidata presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) resaltó que por ello, ha llegado el momento de un acuerdo por la prosperidad para todos y no sólo para algunos “para dar a los mexicanos un mayor nivel de bienestar que se refleje en sus bolsillos, con democracia, fortaleza institucional y con un Estado de derecho”.
Expuso que este acuerdo se propone, entre otras metas, reducir a cero la pobreza alimentaria, mejor distribución del ingreso, fortalecimiento del salario real basado en la productividad, así como de la clase media, mejores niveles de consumo y propiciar más y mejores empleos.
También subrayó que “hoy es el tiempo de avanzar sin titubeos ni dudas en materia de calidad educativa para alcanzar los mejores niveles y estándares, y lo haremos con transparencia y conectividad en las escuelas, con evaluación y metas de calidad y con escuelas de tiempo completo”.
“Quiero que la agenda educativa esté en la prioridad de todos los mexicanos y lo haremos liberando a la educación de todos los lastres políticos y electorales, por lo que no será rehén a chantajes que pongan en riesgo la calidad de la educación”, aseguró.
Vázquez Mota consideró que “ha llegado el tiempo de cerrar a cacicazgos corruptos y también a chantajes que han obstaculizado la calidad educativa en México, y tengo la calidad moral para afirmar esto”, resaltó.
Más adelante, ratificó su convicción de garantizar la plena autonomía del Banco de México, mantener bajo control la deuda nacional y un equilibrio en las finanzas públicas, por lo que se comprometió a hacer un uso responsable de los recursos públicos.
La candidata presidencial se pronunció a favor de abrir la competencia en aquellos sectores en los que no hay suficientes actores que den el poder al ciudadano y también se manifestó en pro de que la inversión privada complemente la pública en Pemex y en el sector de energía.
Asimismo, dejó en claro que “no es bajando las tarifas y precios por decreto como se va a logar una economía fuerte. Ya lo hemos experimentado y no queremos regresar a un México que por decreto provoca populismo, que termina traduciéndose en altas deudas y más tarde en devaluaciones”.
La aspirante a la Presidencial de la República sostuvo que el único camino para bajar las tarifas y reducir los subsidios, particularmente los regresivos, es abriendo los mercados a la competencia, con responsabilidad jurídica y con certeza.
En su opinión, México está en estos momentos en una inmejorable condición para crecer, ya que se han alineado factores y circunstancias que “ya hubiésemos deseado tener hace muchos años”, por lo que convocó a los empresarios a no descuidarse ni caer en confusión alguna.