El rector de la UNAM, José Narro Robles, consideró que las universidades no deben ser arena política ni foro para el proselitismo.

“No es ese el espacio”, afirma en entrevista. “Eso no quiere decir que aquí haya alguna prohibición. Simplemente digo que hay otros lugares.

Aquí analicemos y discutamos ideas, propuestas y proyectos, pero hasta ahí”.

Narro Robles dijo que entre la juventud hay desencanto hacia la política y por ello llamó a los candidatos presidenciales a dignificarla.

“Lo que tenemos que hacer es inyectarle a la política más vigor, más fortaleza, sacarla de la anemia en la que está metida”, añadió.

En ese contexto, el rector de la Universidad Nacional consideró que quien encabece el próximo gobierno tiene que “pensar en grande” y hacer de la educación una de las posibilidades para promover el despegue de México.

José Narro: la universidad no es foro para proselitismo, afirma que la política ha generado desencanto en los jóvenes

Convencido de que la actividad política no vive su mejor momento y ha generado desencanto en los jóvenes, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que las universidades no deben ser la arena política, el foro para hacer proselitismo. “No es ese el espacio”.

Su declaración no es una prohibición para que los candidatos acudan a la UNAM, si así lo quieren, pero piensa que hay espacios para la reflexión política de los jóvenes.

“Los universitarios tienen todo el derecho de reunirse, analizar, discutir, ver a sus candidatos y a escuchar a quienes no conocen, pero la pregunta es: ¿debe ser la plaza universitaria el espacio? Mi opinión es no”.

El doctor Narro abre la sala de juntas del sexto piso de Rectoría, para la entrevista con Excélsior. Un espacio amplio con grandes ventanas, desde donde se puede observar con detalle el mural de Juan O’Gorman, en las paredes de la Biblioteca Central o los jardines de la explanada. Otra imagen que resalta sobre las paredes color crema de ese lugar es el retrato de Justo Sierra, colocado en la cabecera de la mesa de trabajo, como si presidiera las reuniones de Consejo.