El régimen comunista no parece tener la menor intención de asomarse a una apertura en el plano político. Las reformas aperturistas en la economía son, a las claras, fruto de la necesidad imperiosa de sanear los daños que dejaron décadas de un modelo agotado. Ningún gesto permite pensar que las detenciones por motivos "de conciencia" mermarán. Por el contrario, la tendencia es la opuesta.

 La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) -ilegal a los ojos del régimen- informó que en mayo se registraron 423 arrestos. La cifra es mayor que lo ocurrido en el mismo mes los dos años anteriores (120 en 2010 y 349 en 2011). También es superior a la del mes de abril (402).

Si se toman en cuenta los datos de los últimos años, se observa que la represión se encuentra en ascenso. En 2010, el mayor número de detenidos fue 300; en 2011, 769. Ambos se registraron en diciembre, un mes que tradicionalmente marca un pico, ya que los arrestos que se disparan por la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos.   

Si continúa la tendencia multiplicadora, los pronósticos para el próximo diciembre son muy oscuros. Pero el peligro es aún mayor si se observa que la marca ya fue ampliamente superada este mismo año. Fue en marzo: 1158 disidentes fueron arrestados. ¿El motivo? La visita del pontífice Benedicto XVI. 

Por esos días, la prensa del mundo estaría posada sobre Cuba y la oposición -que debe sortear un sinfín de métodos de censura para hacerse oír- planeaba hacer más visibles sus reclamos. El régimen, al parecer, no estaba dispuesto a que eso sucediera y respondió con una feroz campaña para silenciarlos.

 Los primeros meses del año también habían sido duros para la disidencia. Las detenciones arbitrarias, que duran entre varias horas y varios días, sumaron 3.218 de enero a mayo, más que en todo 2010 (2.074), según el reporte de la Comisión.