Con 40 grados de temperatura, un alto nivel de humedad y la dificultad de motivarse en un encuentro de pretemporada con abismal diferencia de calidad entre dos equipos, regresó España tras su brillante conquista de la Eurocopa 2012.

Vicente Del Bosque repartió minutos entre sus jugadores, hasta midió los que dio a los internacionales de Real Madrid y Barcelona para evitar suspicacias. Puerto Rico vivía su gran día. Consciente de su inferioridad en cuanto a calidad intentó imponer su físico aunque acabó con diez jugadores tras el balón.

Es un guión que conoce bien la selección española. Debe realizar un ejercicio de paciencia hasta derrumbar el muro. Para ello es importante la aparición de los extremos y el remate de la figura del 9 por la que hoy sí apostó Del Bosque, con Fernando Torres de inicio, e incluso con dos puntas en el segundo acto. De ninguno, en gran parte de la Eurocopa, a dos delanteros centros natos.

 

La movilidad de Andrés Iniesta, que desequilibró por donde apareció, las ganas de Jesús Navas pegado a banda derecha y el criterio de Santi Cazorla, incrustado en el centro del campo con la difícil papeleta de suplir a Xavi Hernández, guiaron a la ‘Roja’.

 

Pero el gran protagonista lo fue el portero puertorriqueño Bill Gaudette. Sacó todo lo que remató España hasta el minuto 41, cuando falló ante un disparo con efecto de Cazorla. Antes vio como Piqué cabeceaba al poste, como Monreal chutaba a las nubes un centro de Navas, y sacaba con un escorzo en el aire el testarazo de Fernando Torres, el disparo potente de Cazorla y uno a placer de Cesc.

Los dos se desquitaron en la recta final del primer acto, cuando las fuerzas comenzaban a flaquear tras minutos corriendo tras el balón. Al disparo a la red desde la frontal de Cazorla se sumó el derechazo de Cesc tras una nueva acción de Navas.


España cumplía el guión y cuando parecía evitar malos recuerdos de los dos últimos agostos -empate en México y derrota en Italia-, los cambios y el marcador le condujeron a una siesta que pudo pagar cara. Las dos líneas pegadas de Puerto Rico, con nueve futbolistas por detrás del balón, se comenzaron a atragantar.

Del Bosque le debía una a Fernando Llorente. Le dio 45 minutos tras no hacerle jugar uno solo en la Eurocopa. Entró con tantas ganas que en cinco minutos ya había rematado en dos ocasiones. El travesaño repelía una falta de Cazorla y Gaudette seguía su reivindicación con paradas al punta español.

A la hora de partido, la ‘Roja’ comenzó a relajarse. Bajó el ritmo de juego, afectado por el calor y el conformismo. Puerto Rico, que le sobraba ilusión, comenzó a mostrar descaro y obtuvo la recompensa. A los 65 minutos un saque en largo de su portero, encontraba el error de entendimiento entre Albiol y Sergio Ramos, del que se aprovechó el más avispado. Como un rayo apareció Marc Cintrón que, en carrera, ajustó su disparo al palo derecho. Nada pudo hacer Reina.

Fueron unos segundos de indecisión que llevaron la euforia a las gradas. Se animó Puerto Rico y un centro desde la derecha que no encontró rematador fue su último acercamiento. Más cambios y la entrada del capitán Iker Casillas devolvieron todo a su sitio. España no hizo el tercero por una nueva parada de Gaudette al disparo colocado de Torres. Se marchó con el papel cumplido y viendo la felicidad de una selección para la que hacer un gol al campeón de Europa y el mundo, ya era motivo de fiesta.