El arzobispo José Guadalupe Martín Rábago aseguró que la fe puede cambiar a los delincuentes, por lo que pidió a las personas darles una segunda oportunidad.

Tenemos la certeza de que Dios no nos abandona, y esto se lo tenemos que decir a las personas que viven en situaciones conflictivas, las personas frecuentemente no tienen confianza en la justicia, porque tienen miedo de que no haya castigo para los responsables, entonces desde la fe es donde se puede encontrar la fortaleza”, dijo el prelado.

Asimismo, señaló que los “cristianos deben de saber que Dios está con nosotros y desde ahí debemos tomar la fortaleza para la transformación y la construcción de un mundo mejor”.

Señaló que el arrepentimiento, incluso de los delincuentes más atroces debe de ser entendido y, por consecuencia, se debe de dar el perdón por parte de las víctimas y de la sociedad.

“Ellos también son hijos de Dios, invitándolos a que se den cuenta de que son hijos de Dios para que se conviertan y vuelvan al amor del Padre”.

El arzobispo dijo que la fe puede convertir a los delincuentes y narró la experiencia de una persona que fue secuestrada.

“Y una persona que fue plagiada me comentaba que, de una manera increíble, pero el secuestrador ponía la homilía en el radio los domingos y escuchó esa invitación y le preguntó a su víctima si él también podría ser perdonado, a lo que le respondió: pues ya lo escuchaste del arzobispo, la palabra del Señor movió el corazón del hombre, quien le dijo vete y desaparécete.”

Por otro lado, el arzobispo pidió a la ciudadanía no caer en la incredulidad y el pesimismo, pese a los hechos de inseguridad que aquejan al país, y dijo que hoy más que nunca las personas deben de tener fe.

“Hoy que estamos celebrando un aniversario más de la Independencia de nuestro país, queremos decirles a todos los mexicanos, y a pesar de los hechos lamentables, que no podemos bajar la guardia y caer en la incredulidad.”