La bancada del PRD en la Cámara de Diputados, en acatamiento de los términos del procedimiento de la Comisión de Trabajo, entregó en tiempo y forma sus propuestas alternas de redacción en lo referente a la Reforma Laboral.
Los legisladores de ese partido rechazaron la propuesta del Ejecutivo por considerar inadmisibles "la subcontratación que precariza el empleo, degrada al trabajador a mero objeto y legaliza fraudes laborales, a la seguridad social y al fisco".
También criticaron las nuevas modalidades de contratación, sobre todo los contratos de capacitación inicial y a prueba, así como la suspensión en el pago de las cuotas sindicales.
La diputación federal perredista planteó crear un seguro de desempleo, la semana de trabajo de 40 horas, el acceso a condiciones de trabajo iguales y dignas sin distinción de género y la generalización nacional de los salarios mínimos.
También la sustitución de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos por un Instituto Nacional del Salario Mínimo, Productividad y Reparto de Utilidades, así como la modernización del modelo laboral para la inserción exitosa del país en la globalización productiva.
En su propuesta, la bancada del PRD en la Cámara Baja planteó además el perfeccionamiento de las instituciones del derecho laboral para garantizar seguridad jurídica a trabajadores y empresarios, así como la "libertad, democracia y autonomía sindicales".
El PRI adelanta cambios
El Revolucionario Institucional afirmó el jueves que habrá reforma laboral en tiempo y forma, pero con cambios a la iniciativa preferente que envió el presidente Calderón.
"Seguramente vamos a tener que hacer cambios a la luz de lo que han manifestado varios dirigentes del movimiento obrero y las observaciones que hemos recibido de las organizaciones empresariales", sostuvo el dirigente nacional del partido, Pedro Joaquín Coldwell.
Consideró que hay condiciones para sacar un proyecto que tenga el aval de ambos actores y que ayude mucho a la productividad y al empleo, porque esa reforma, dijo, será muy importante si se logra concretar como se espera.
Joaquín Coldwell argumentó que ninguna iniciativa se aprueba en los términos en que se envía.
"Todas sufren algún tipo de modificación a lo largo del proceso legislativo, para eso existe en el país una división de poderes. Desde luego estamos porque haya una reforma laboral en tiempo y forma dado que se trata de una reforma preferente", subrayó.
Un día antes, el miércoles, el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, dijo que espera que el Congreso alcance consensos en torno a la reforma laboral que contempla controlar a los sindicatos, históricos aliados de su partido.
En una visita a Brasil, como parte de una gira por varios países latinoamericanos, Peña llamó a legisladores de todas las fuerzas, incluidos los de su partido, a buscar consensos en torno al proyecto presentado por el Gobierno saliente y que, de prosperar, constituiría un pendiente menos en su agenda de reformas.
Pero la iniciativa ha sacado chispas entre dirigentes gremiales, pues plantea cambios que los afectan como el voto libre, directo y secreto en la elección de jefes sindicales.