Jason Valero y Omar Barazarte fueron muertos cuando participaban de una caravana en apoyo a Capriles. Desde la oposición, sostienen que los culpables son oficialistas.

Los restos de los dos simpatizantes de Capriles asesinados fueron despedidos el lunes en la ciudad de Barinitas, en el estado de Barinas, por una multitud de personas, según reporta el diario venezolano El Nacional.

Jason Valero y Omar Barazarte participaban de una caravana en apoyo al candidato opositor a los comicios presidenciales, Henrique Capriles, cuando fueron alcanzados por balas, supuestamente disparadas por un grupo de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por Hugo Chávez.

El episodio no sólo generó la energética condena de Capriles, sino que el propio Chávez pidió que, a menos de una semana de las elecciones del 7 de octubre, que no hubiera más hechos violentos. 

Desde el círculo del candidato opositor denunciaron que los presuntos autores materiales del doble asesinato se movilizaban en vehículos con las inscripciones de la petrolera estatal PDVSA.
 
“Nuestro hermano no murió en ningún enfrentamiento, a él lo asesinaron. Su única arma era una bandera tricolor”, acusaron Aquiles y Alcides Benito Barazarte, hermanos de Omar Barazarte.