Foto: Agencia Xinhua
Javier Duarte, gobernador de Veracruz, confirmó la muerte de 13 personas a consecuencia de la caída de cerros y deslaves causados por las fuertes precipitaciones que provocó la tormenta tropical Fernand en la entidad.
Además, una persona perdió la vida al ser arrastrada por aguas del río Colotepec, en Oaxaca.
Duarte de Ochoa dijo que ya solicitó la declaratoria de emergencia para 92 ayuntamientos veracruzanos, debido a las afectaciones sufridas después de que el fenómeno meteorológico tocó tierra a unos 40 kilómetros al nor-noroeste del estado, la noche de ayer.
Durante la sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, en el municipio de Boca del Río, Duarte demandó el apoyo y coordinación de los tres niveles de gobierno y de la propia sociedad “para salir adelante, contando con la ayuda de la Marina y el Ejército mexicano”.
Destacó que está asegurado el abastecimiento de agua potable, medicamentos, alimentos y energía eléctrica, para afrontar este desafío.
El gobierno estatal detalló que Fernand —en fase de disipación, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), aunque sus remanentes aún provocan lluvias en Hidalgo, Tamaulipas, Puebla, San Luis Potosí y el DF— provocó la muerte de tres personas en Tuxpan, una en Atzalan y nueve más en Yecuatla.
En Tuxpan, en la colonia El Esfuerzo, una barda que no soportó el desagajamiento de un cerro cayó sobre una vivienda y mató a tres personas que fueron sorprendidas mientras dormían en su domicilio.
En la comunidad Roca de Oro, municipio de Yecuatla, nueve personas, entre ellas un bebé de seis meses, perdieron la vida cuando dos viviendas fueron sepultadas por un alud de tierra, la madrugada de este lunes.
Un deceso más se reportó en el municipio de Atzalan, donde una vivienda de la colonia Lomas Verdes se desplomó sobre sus ocupantes, provocando el fallecimiento de un joven de aproximadamente 16 años y causando graves lesiones a una mujer adulta.
Por la mañana, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó el desbordamiento del río Bobos, que afectó a cientos de familias de la región de Martínez de la Torre a Úrsulo Galván y dejó una estela de destrucción en cultivos de plátano, cítricos y maíz.