Los ministros de Cultura de México y Francia inauguraron este viernes las exposiciones pictóricas "Robert Doisneau. La belleza de lo cotidiano", y "Picasso revelado por David Douglas Duncan" en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana.
En el marco de la visita de Estado que realiza el presidente francés, Francois Hollande, a México, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, y la ministra de Cultura de Francia, Aurélie Filippetti, destacaron el amor que existe entre ambas culturas gracias a una relación histórica que data desde el México independiente.
La ministra francesa indicó que un ejemplo del interés entre las culturas mexicana y francesa está en el enorme éxito que tuvo la muestra de Frida Kahlo y Diego Rivera en el Museo de L Orangerie, que recibió a un impresionante número de visitantes en el tiempo de su exhibición.
Lo mismo sucede con la muestra Keramiká, con obras del Museo de Louvre, que actualmente se presenta en las salas del Museo Nacional de Antropología.
"Mi presencia aquí, en el contexto de la visita de Estado del presidente Hollande, nos recuerda el amor que existe entre nuestras culturas, este diálogo común que nos ha permitido vivir esta fascinación mutua", dijo Aurélie Filippetti.
Tras la ceremonia protocolaria, el público pudo recorrer la exposición Picasso revelado por David Douglas Duncan, en la cual se puede atestiguar el proceso creativo de Picasso a través de una mirada a su mundo privado, durante las dos últimas décadas de su vida creativa, de 1956 a 1973.
Duncan tomó la mayoría de las imágenes en el hogar y taller de Picasso, ubicado en La Californie, en el Sur de Francia. Gracias a ese registro fotográfico, el público podrá ver en plena creación al pintor, su perseverancia en el trabajo creativo y la ejecución largamente madurada que marcó la elaboración de sus obras.
La exposición "Robert Doisneau. La belleza de lo cotidiano", exhibe 79 fotografías seleccionadas por sus hijas Francine Deroudille y Annette Doisneau, quienes hicieron una curaduría especial para el Museo del Palacio de Bellas Artes, entre los más de 450.000 negativos que comprenden el actual Atelier Robert Doisneau, lugar que el artista destinó como su centro de trabajo por más de 50 años.
En estas imágenes se pueden ver escenas de la calle y de los suburbios de París -donde pasó su infancia-, su etapa como fotógrafo profesional en la fábrica Renault, su testimonio gráfico sobre la Segunda Guerra Mundial en Francia, su trabajo para las revistas Vogue y Life, así como retratos de celebridades.
Además, incluye, por supuesto, "Le Baiser de I Hotel de Ville" (El beso, 1950), la cual es una de sus fotografías más reproducidas en el mundo.