El presidente de México, Enrique Peña Nieto, propuso hoy un “cambio de fondo” para atender el flagelo de las drogas desde una perspectiva de derechos humanos y salud pública que reforme el enfoque sancionador y evite criminalizar a los consumidores.
En la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU sobre Enervantes (UNGASS) -propuesta por México, Colombia y Guatemala-, Peña Nieto reconoció que el esquema prohibicionista, la llamada “guerra contra las drogas” no ha inhibido ni la producción, ni el tráfico ni el consumo.
“Con firmeza, debemos continuar haciendo lo que ha funcionado. Con flexibilidad, debemos cambiar aquello que no ha dado resultados”, señaló ante decenas de representantes mundiales, incluido el presidente de Guatemala, Jimmy Morales.
Peña Nieto sostuvo que “ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de los Derechos Humanos. Sólo así, podremos ofrecer respuestas más integrales, equilibradas y promotoras del desarrollo”.
“Este cambio de fondo, implica modificar el enfoque eminentemente sancionador, para ubicar a las personas, sus derechos y su dignidad -no a las sustancias ni a los procesos judiciales- en el centro de nuestros esfuerzos”, precisó.
La perspectiva presidencial fue delineada a través de un decálogo de propuestas presentado ante los delegados presentes en la sesión, dedicada a revisar la actual estrategia internacional contra las drogas y definir mejores soluciones.