Al filo de las seis y media de la tarde hicieron su aparición sujetos encapuchados a la tienda departamental de Elektra ubicada en el municipio de Chiautempan (Tlaxcala) para vandalizar y llevarse –con lujo de violencia- aparatos electrodomésticos luego de romper con piedras los vidrios del negocio.
En esos momentos se esparció el rumor de que al mismo tiempo fue atacada una tienda Coppel y un Oxxo, en tanto que mujeres con crisis nerviosa fueron atendidas en la tienda de Elektra por elementos de la Cruz Roja.
Al respecto los empleados de la tienda departamental fueron obligados a guardar silencio y a bajar de inmediato las cortinas, en tanto hay versiones de que la gente que vino a perpetrar los ataques proviene del Estado de México.
El clima de terror e incertidumbre ya se extiende en Tlaxcala y Apizaco, por las versiones de la agresión de los encapuchados que se ha difundido con rapidez por las redes sociales.
Otras versiones indican que fue alrededor de las 18:45 horas de este domingo cuando un grupo de personas llegó a las tiendas Elektra y Coppel, ubicadas ambas sobre la calle Ignacio Picazo, para realizar actos de saqueo.
Hasta el lugar llegaron fuerzas de seguridad para inhibir las intenciones de quiénes se constituyeron en esta calle para hacerse de mercancías de las conocidas tiendas de electrodomésticos.
Los saqueadores sólo lograron sustraer tres pantallas, las cuales fueron recuperadas por las fuerzas del orden, quienes llegaron a detener los actos de rapiña.
Ante el temor de sufrir robos, los comerciantes de la zona optaron por cerrar sus cortinas y evitar sufrir algún tipo de atraco, acciones que generaron psicosis e incertidumbre entre los ciudadanos que fueron testigos del intento de saqueo a las dos conocidas tiendas, por lo que se espera que la policía estatal y municipal se mantengan a la expectativa para resguardar los comercios.
“Estaba por salir de la tienda, habíamos comprado unos zapatos cuando se desató la violencia, los encapuchados eran muy violentos y nos dio miedo, querían que nos metiéramos, pero el miedo nos ganó y salimos, afuera ya había mucha gente que quería entrar a robar, pero llegaron los policías y se contuvieron”, dice una mujer al narrar su experiencia.
La psicosis hizo presa a los comerciantes establecidos, quienes tras cerrar sus negocios y bajar sus cortinas comenzaron a encender fogatas para agruparse y defender con palos y machetes sus centros de trabajo, alrededor se inició una intensa movilización policiaca.