A partir del 20 de julio y antes del 8 de septiembre, los aspirantes a candidaturas presidenciales, gobiernos de los estados u otro cargo de elección popular, tendrán que suspender y retirar cualquier tipo de propaganda para promocionar su imagen.

Esto incluye medios impresos como libros, revistas, espectaculares, contratación de publicidad en redes sociales, radio, televisión, cine, bardas, pintas y parabuses, entre otros. La medida aplica también para aspirantes a candidatos independientes. 

En adición, el Consejo también discutirá los criterios para la aparición de líderes y voceros de los partidos en los spots de radio y televisión de los institutos políticos.

En el documento de lineamientos, además de propaganda, también queda prohibido cualquier “mensaje o expresión” a través de los medios mencionados, cuando tenga la finalidad de promocionar a algún aspirante.

A los servidores públicos que aspiren a un cargo, se les prohíbe aparecer en la difusión de informes de labores, las cuales estarán prohibidas durante las precampañas y campañas, así como de grupos parlamentarios y, mucho menos, que estos informes sean escalonados.

Los funcionarios públicos aspirantes tampoco podrán asistir a eventos en los que se entreguen programas sociales.