La posible intervención militar en Venezuela sería un recurso deleznable contra la soberanía de ese país, y desencadenaría una confrontación mundial, alertó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, quien calificó de inadmisible invadir a un pueblo o pretender suplantar a un gobierno, por muy poderosa que sea una nación.
El legislador manifestó la preocupación de la Cámara Alta, en su calidad de vigilante de la política internacional, ante el inminente desencuentro internacional que se avecina por la crisis que atraviesa esa nación, y consideró que el escenario se torna cada vez más grave y delicado porque de facto, dijo, se está desencadenando una guerra civil a partir de intereses transnacionales.
Los resultados de ese tipo de enfrentamientos siempre son devastadores, en perjuicio de la población. Es inaceptable que personas inocentes mueran, víctimas de la ambición y el poder, aseguró.
Ricardo Monreal consideró que México no debe unirse a la ofensiva contra Venezuela, por ello desde el Senado se apoya la decisión del Ejecutivo mexicano de recobrar su papel histórico, respetuoso de la soberanía y de proponerse como un árbitro confiable en éste y otros conflictos, dijo.
Mencionó que la ciudadanía y el gobierno de Venezuela viven una encrucijada que corresponde a ellos, de manera soberana, resolver. La ayuda externa debe ser eso, destacó, un apoyo para solucionar las controversias, no una intervención para imponer a una de las partes.
Subrayó que el Senado mexicano podría coadyuvar, con el Gobierno Federal, a promover un diálogo conciliador en Venezuela, siempre que las partes así lo soliciten, y en apego a nuestra tradicional política exterior pacifista y no injerencista.