Miles de católicos poblanos rindieron tributo ante la imagen de la Virgen de Guadalupe como lo han hecho de manera ininterrumpida en los últimos 89 años, donde se pidió terminar con la violencia, y milagros para sus familiares, y se reconoció el problema político que vive el estado.
Previo al inicio de la ceremonia, el canónigo de la Basílica de Guadalupe, Pedro Tapia Rosete hizo referencia al tema político que vive el estado por la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, y los problemas generados.
El canónigo pidió a la imagen de sabiduría a los pastores de la iglesia encabezados por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, y los obispos Tomás López Durán, y Felipe Pozos Lorenzini para encontrar las respuestas para sus fieles.
Foto: Cristopher Damián
El arzobispo Víctor Sánchez pidió porque Santa María de Guadalupe interceda para lograr la unidad entre los poblanos, y recordó la humildad que mostró la señora vestida de sol.
Señaló que nuevamente la iglesia peregrina llega a refrendar la fe, y en la busca de la justicia y la paz.
Indicó que Santa María de Guadalupe está presente en cada uno de los mexicanos, y es quien mira, consuela y protege como madre devolviendo la paz y la tranquilidad.
“Sufrimos violencia de inseguridad, queremos que nos proteja, venimos a pedirle que nos cobije en los momentos de incertidumbre que se vive en Puebla”, dijo en su homilía el arzobispo”.
Foto: Cristopher Damián
De rodillas por la salud de mi madre
Acompañada de dos de sus hijos no mayores de 12 años que la acompañaron desde la escalinata hasta la entrada al principal templo mariano, una mujer de unos 30 años originaria de Amozoc, señaló “entraré de rodillas para pedir por la salud de mi madre”.
Las escena se repitió en otras zonas del atrio, ante la mirada de jóvenes que ya no hacen este tipo de penitencia.
Foto: Cristopher Damián
La historia
La peregrinación fue instituida en 1887 por el Obispo José María Mora, a sugerencia del Padre Ramón Ibarra, quien sería el primer Arzobispo de Puebla. Cada año se ha llevado a cabo. Sólo se interrumpió de 1926 a 1929 a causa de la persecución religiosas.
De 1930 a 2019 es decir durante 89 años fue el 12 de febrero cuando se llevaba a cabo la peregrinación, la segunda en asistencia del interior del país, solo superada por la diócesis de Toluca que congrega a cerca de 120 mil fieles guadalupanos en una semana.
En el atrio lo mismo hubo gente de las parroquias de la capital, de Cuetzalan, de Tepexi, Tehuacán, San Antonio Progreso, la Mixteca, San Martín, Cholula, y se indicó que entre lunes y martes esperan que lleguen el resto de las peregrinaciones.