Una familia en Soteapan, Veracruz, vive momentos de dolor y tragedia luego de que la pequeña Adriana, de cinco años, falleció tras comer un pan envenenado.

De acuerdo con los reportes, los hermanos Adriana, Jacobo, de siete años y la mayor, de once, estaban jugando en el patio cuando los más chicos hallaron un pan, el cual procedieron a comerse.

Hermila Gutiérrez, madre de los menores, aseguró a los medios locales que había acudido a la escuela de sus hijos al ser miembro del comité escolar.

Media hora después salir, vecinos de la madre la buscaron desesperadamente para decirle que dos de sus hijos tenían convulsiones por ingerir veneno.

De acuerdo con Proceso, tras los hechos, los menores fueron trasladados con mucha dificultad al Hospital Regional de Coatzacoalcos.

Cabe destacar que la zona en donde ocurrieron los hechos fue en un sitio de alta marginalidad y difícil acceso.

Debido a los acontecimientos, la pequeña de cinco años murió, mientras que su hermano de siete, se encuentra grave.

Familiares de los niños afirmaron que anteriormente un vecino había intentado envenenar a su perro, razón por la que suponen que el pan envenenado era para matar a la mascota.

La madre de los niños permanece en Coatzacoalcos esperando que alguna dependencia la ayude, pues no tiene recursos para los gastos funerarios de su hija, ni para la manutención hospitalaria de Jacobo.

Por otro lado, familiares y vecinos exigen a las autoridades investigar el caso y detener a quien resulte responsable de este crimen.