Tras el homicidio de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Jesús Mora, así como del guía turístico Fernando Palma, en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó el clima de violencia que vive el país.

A través del secretario general del CEM, y obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro, llamó a autoridades de los tres niveles de gobierno a dar una respuesta justa y “a la altura de las circunstancias”.

Mediante un mensaje en la cuenta de Twitter del CEM, el obispo de Cuernavaca lamentó la situación que se vive en todo el país y puso de ejemplo que ni los trabajadores de Dios están libres de esta situación.

"Esta realidad de violencia nos golpea; nuestro México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 27 sacerdotes, incluido los padres jesuitas que han sido asesinados por el crimen organizado, identificándose así, con los miles de víctimas de nuestro pueblo que han tenido este fin”.

Por otro lado, Ramón Castro añadió que es responsabilidad de las autoridades en sus tres niveles procurar la justicia y favorecer la paz en la convivencia social.

Finalmente, dedicó un mensaje a los miembros del crimen organizado a los que les pidió dejar de pecar y acercarse a Dios.

"Los episodios atroces de muerte y destrucción contra sus propios hermanos, les recordamos que somos parte de mismo pueblo, les conminamos a que dejen de matar a sus propios hermanos y de violentar la paz social”.