Los principales mercados bursátiles de Asia registraron este lunes desplomes históricos, arrastrados por el temor a una recesión global ante el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Las caídas alcanzaron casi el 10 % en varias plazas, con un impacto severo en los sectores tecnológicos e industriales.
En Tokio, el índice Nikkei se hundió un 7.83 por ciento, hasta las 2,644 unidades, con gigantes como Toyota y Softbank perdiendo 5.86 por ciento y 12.33 por ciento, respectivamente. La Bolsa de Taiwán vivió la jornada más negra de su historia: el índice Taiex cayó un 9.7 %, liderado por TSMC, que bajó cerca del 10 por ciento pese a estar excluido de los nuevos aranceles.
En China continental, los índices de Shanghái y Shenzhen retrocedieron 7.34 por ciento y 9.66 por ciento, respectivamente. Pekín había anunciado el viernes una serie de contramedidas que elevarán hasta en 54 por ciento los aranceles a productos chinos en Estados Unidos. En Seúl, el Kospi se contrajo un 5.57 por ciento y el tecnológico Kosdaq, un 5.25 por ciento.
La crisis bursátil también golpeó a Hong Kong, donde el Hang Seng acumulaba pérdidas del 10.7 por ciento a media sesión. En el Sudeste Asiático, Singapur lideraba las caídas con una baja del 7 % en el STI, mientras que en Kuala Lumpur y Manila los retrocesos eran del 5.58 % y 3.94 %, respectivamente.
En Oceanía, los índices ASX200 de Australia y NZX de Nueva Zelanda cerraron con caídas del 4.23 por ciento y 3.65 por ciento.
El efecto dominó alcanzó a Europa, donde las principales bolsas reportaron pérdidas cercanas al 6 % al inicio de la jornada. Milán cayó un 6.7 por ciento, París un 6.3 por ciento, Fráncfort un 6.09 por ciento y Madrid un 5.94 por ciento. El índice Euro Stoxx 50 retrocedía 6.24 %, mientras que el Stoxx 600, que agrupa a las grandes empresas del continente, perdía 5.7 por ciento.
Entre los sectores más afectados destacan tecnología, industria y energía. La alemana Auto1 Group lideró las caídas del Stoxx 600 con un desplome superior al 12 por ciento.
El nerviosismo de los inversores por el conflicto arancelario iniciado por el presidente Donald Trump se intensifica y sigue generando pérdidas a nivel global, alimentando los temores de una recesión mundial inminente.